Adelante Andalucía, la confluencia electoral promovida por Teresa Rodríguez (Podemos) y Antonio Maíllo (IU Andalucía) hace dos años, presenta una nueva grieta cuyo alcance y profundidad están aún por determinar, aunque la incertidumbre que proyecta sobre el futuro de la marca es innegable.

Con el título de ‘Es tiempo de Andalucía. Ahora más que nunca: Adelante Andalucía’, la confluencia hacía público ayer un manifiesto que reiteraba sus principios fundacionales como si en los últimos 24 meses nada hubiera cambiado en su seno.

Desde que Adelante echó a andar, los dos cambios principales han sido estos: Teresa Rodríguez ya no tiene la mayoría en Podemos Andalucía y el nuevo coordinador de IU, Toni Valero, no comparte la idea fundacional de Rodríguez y Maíllo de convertir Adelante en “un sujeto político propio” y en la marca electoral de Unidas Podemos en Andalucía.

El texto aparecía encabezado por las siglas de las cinco formaciones que integran Adelante: Podemos, IU, Izquierda Andalucista, Primavera Andaluza y Anticapitalistas Andalucía, pero lo cierto es que ni la dirección nacional del partido morado ni las direcciones federal y autonómica de Izquierda Unida comparten importantes aspectos de su contenido.

Aunque las organizaciones integrantes de la confluencia aparecen con la misma relevancia tipográfica en el encabezamiento del manifiesto, en realidad la marca se sostiene políticamente sobre dos pilares: IU y Podemos. Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza son formaciones muy minoritarias y Anticapitalistas –cada vez más distanciado de Podemos– también, al menos a efectos de estructura orgánica y presencia territorial. De hecho, sin las dos primeras, Adelante no sería nada o, en el mejor de los casos, sería muy poco.

El texto, por lo demás, no contiene ningún reproche explícito al Gobierno de coalición de PSOE y UP, pero alguno de sus párrafos lleva el sello inconfundible la posición crítica de Rodríguez al pacto que convirtió a Pablo Iglesias en vicepresidente del Gobierno de España.

Párrafos como este, recogido como una de las premisas estratégicas de Adelante, difícilmente pueden compartirlos IU o Podemos:

“Necesidad de desarrollar una propuesta política alternativa en fondo y forma, ambiciosa, que no tenga como aspiración alcanzar una pequeña cuota de poder supeditada a otros, sino que se perciba como una transformación profunda de nuestra tierra. En definitiva, un proyecto para Andalucía, independiente al socialiberalismo [sic] que representan los gobiernos pasados en nuestra tierra, y que construya una alternativa desde la izquierda transformadora, el ecologismo y el feminismo”.

Fuentes de la dirección de IU señalaban ayer a distintos medios que el manifiesto no contaba con su apoyo ni tampoco con el de Podemos, pese a que su publicación sugería lo contrario.

Uno de los puntos de fricción más intensos entre IU y Podemos, por una parte, y los Anticapitalistas de Teresa Rodríguez, por otra, es la relación de Adelante con Unidas Podemos: para los primeros debe ser una relación federal, mientras que para los segundos ha de ser confederal.

Las diferencias en esa cuestión crucial son insalvables. Sin embargo, el manifiesto hace abstracción de ellas: "No habrá una sola contienda electoral –sean municipales, autonómicas, generales o europeas–, en la que Adelante Andalucía no tenga que estar y tener voz propia para defender, humildemente pero de forma decidida, los intereses de la mayoría social andaluza".

Salvo giro inesperado de última hora, la quiebra de Adelante es solo cuestión de tiempo. Solo quedaría por saber si tal quiebra tendrá lugar en forma de explosión –hacia fuera– o de implosión –hacia dentro–.

Si en el grupo parlamentario, donde conviven diputados rojos y morados, cada día es más difícil disimular las diferencias, Toni Valero y los suyos disimulan cada día menos las suyas con Rodríguez y sus afines.