El consejero Jesús Aguirre se dio más prisa en suprimir las subastas de medicamentos pese a que ahorraban más de 200 millones al año que en salvaguardar la atención sanitaria en los servicios de urgencia hospitalaria. Al menos, en salvaguardar los de hospital Virgen del Rocío de Sevilla, cuyos facultativos han denunciado ante la Fiscalía la sobrecarga de trabajo tras haberlo hecho sin éxito ante la gerencia del centro.

La denuncia de los médicos contrasta con las promesas del consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, cuyo discurso público desde hace meses viene enfatizando la supuestamente desprendida política de contrataciones de su departamento: el Plan Verano del SAS, explicaba Aguirre el pasado 13 de junio en el Parlamento, prevé un crecimiento de las contrataciones del 14 por ciento con respecto al año pasado. Se realizarían, dijo el consejero, 18.100 contratos a profesionales para reforzar la atención en hospitales y centros de toda la Comunidad.

La denuncia

El servicio de Urgencias del Virgen del Rocío no parece que sea partícipe de esa política de contrataciones. Antes de acudir a la Fiscalía, los médicos intentaron que el propio hospital solucionara el déficit de personal.

En uno de los escritos remitidos a la gerencia, y cuyos argumentos han trasladado a la Fiscalía, denunciaban “la absoluta falta de contratación de personal sustituto para el Servicio de Urgencias", a lo que había que sumar “el cierre de camas hospitalarias en verano, que incrementa la estancia media en observación de los pacientes en espera de camas; el cierre de Unidades de UCI, que incrementa el numero de pacientes y estancia en Unidad de Críticos de Observación; el cierre de las tardes de Centro de Salud en la capital que incrementa el número total de asistencias en Urgencias; el cierre de Consultas de CARE, que resulta en una pérdida de recursos alternativos a los ingresos de paciente para estudio y seguimiento".

Cierre de camas

La consecuencia directa de todo ello es una sobrecarga laboral del personal médico, de manera que muchos facultativos han pasado de “trabajar 170 horas a trabajar 250”, con porcentajes de ocupación que “con mucha frecuencia se sitúan por encima del 120 por ciento de su capacidad, debido a la absorción de pacientes en espera de camas en planta de hospitalización ".

La situación descrita por los médicos del Virgen del Rocío contrasta no solo con las cifras de contratación de Aguirre, sino con las denuncias que, año tras año, cada verano hacía el Partido Popular cuando sus antecesores al frente de la Junta cerraban camas en verano.

Según denunciaba el pasado 1 de julio el Sindicato de Enfermería SATSE, el Servicio Andaluz de Salud cerrará este verano un total de 1.829 camas de las 14.903 que hay en los 49 hospitales públicos de la región –según datos estadísticos de la Consejería–, es decir, un 12,2 por ciento.