Lo curioso de este tema es que, parecer ser, que la “hermandad” que “custodia la ermita” recibió una pequeña recompensa económica… y ahora dicen que “no sabían nada”… del tipo de fotos.

"Tufo integrista"
Lo de la supuesta “ofensa a los católicos”, que denuncia la archidiócesis de Sevilla tiene un “tufo integrista” que se repite con frecuencia, cuando algo no les gusta, pero que tienen objetivos muy bien calculados: “armar ruido”, “estar en permanente actualidad”, “meter miedo o engañar” a los cristianos de buena fe y, lo que es peor, “alentar a la violencia” y a “la intolerancia” a sus grupos integristas. Hecho que debería de estar denunciado, de oficio, por la fiscalía del Estado.

De forma anacrónica, torticera y vergonzante
Y lo de “vulnerar la legislación canónica” es de risa. ¿Pero qué es eso del derecho canónico? Sino una serie de normas, reglamentos y dogmas internos de la iglesia católica que las ordenaron a principios del siglo XX y que tratan de imponerlas en universidades, a los Estados, a la judicatura, a la sociedad… con el apoyo de los poderes políticos y judicial y de responsables pro-católicos y de una parte del mundo académico, apareciendo en programas y estudios en la universidad española (y de otros lugares) de forma anacrónica, torticera y vergonzante.

No del conjunto de la ciudadanía
El código moral, dogmático y reglamentario del que denominan como “derecho canónico” es, exclusivamente, materia, en su caso, a tener en cuenta por parte de los fieles católicos y de su jerarquía en su ámbito interno de comportamiento y actuación, no del conjunto de la ciudadanía y de sus instituciones civiles. Y punto. Es más de existir, e el derecho canónico, normas contrarias a las leyes civiles, deberían de ser ilegalizadas por el Estado de Derecho.

"No nos vengan con cuentos"
También ha declarado que "la jerarquía católica no nos vengan con cuentos y sofismas. Mejor que cumplan ellos con sus propios dogmas y normas internas y obligatoriamente, con las leyes civiles que nos competen a todos por igual y que muchos no lo hacen, por ejemplo: Fe ciega a la opulencia y la codicia, robos y espolios, prepotencia, llamadas a la intolerancia, exabruptos, amenazas, fundamentalismos, misoginia, fomento de odio a homosexuales, probados abusos sexuales a menores… y suma y sigue. Esta es una realidad contratable".

"Lo consienten y fomentan"
Y ha concluido con que "lo más grave, de todo ello, es que existen poderes políticos que lo consienten y lo fomentan"