El anuncio lo hizo ayer en Sevilla la ministra de Hacienda, María Jesús Montero: la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) “recomendará aplicar el sistema de subasta de medicamentos en toda España porque ha sido una de las mejores ideas en materia de eficiencia fiscal”.

Así lo aseguró en un desayuno informativo de la Cadena Ser la ministra, que en su etapa como consejera de Salud de la Junta de Andalucía impulsó una medida que ha ahorrado a las arcas andaluzas alrededor de 750 millones de euros desde su implantación en 2012 y que el nuevo Gobierno de la Junta se ha comprometido a suprimir.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal española (AIReF) es un organismo independiente de control fiscal creado en 2013 por el Gobierno a iniciativa de la Unión Europea con el objetivo de garantizar el principio de estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera del país. La Airef pertenece a la Red de Instituciones Fiscales Independientes de la Unión Europea, creada en 2015.

Montero aseguró que la Airef, “que no es una institución precisamente sospechosa de nada”, hará dicha recomendación en un informe oficial, ya que se calcula que España podría ahorrar hasta 1.000 millones de euros al año de aplicar el sistema, que siempre fue rechazado por la industria farmacéutica y por la patronal española de oficina de farmacia.

Voces en contra y favor

A principios de enero la Asociación de Farmacéuticos de Andalucía (AFARAN) hizo público un escrito en el que instaba al nuevo Ejecutivo andaluz a eliminar un sistema que supone, decía, “una auténtica discriminación del paciente andaluz”, ya que “de los 10.000 medicamentos que se pueden dispensar por el sistema sanitario público español, en Andalucía solo hay 533 fármacos recogidos en la subasta”.

Para la patronal andaluza, cuyos argumentos son compartidos por el Ejecutivo conservador, el sistema de subasta está avalado, ciertamente, por el Tribunal Constitucional, pero “es ineficaz y altera los derechos de los pacientes andaluces y de los que nos visitan, tanto extranjeros como españoles”.

Aunque también ha habido quejas de médicos y pacientes por la limitación de las marcas disponibles, la veterana y mayoritaria Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública siempre ha defendido que “lo fundamental en una medicina es el principio activo”, aunque los críticos del mismo hayan “convencido a una parte de la población de que las marcas comerciales de los medicamentos son mejores que los genéricos. Se basan en la opinión subjetiva de algunos pacientes, no en razones científicas”.