"Llueve en Cádiz y llueve sobre mojado. Llueve mucho y sigue haciendo frío. No necesito las dulzonas mentiras de adorno de un ilusionista para asumir la crudeza de este temporal. Es como si el invierno permanente en que habían metido a nuestra ciudad se resistiera a marcharse de manera definitiva. Os contaré un secreto a voces: los instigadores del invierno de la razón siguen malversando la realidad para congelar nuestras esperanzas".

Así comienza la romantica carta que el Alcalde de Cádiz, José María González Santos (Podemos), ha envíado a los que denomina "compañeros y compañeras del PSOE". El objeto de tan prosaica misiva es solicitar el apoyo de los ediles socialistas para poder logrer sacar adelante los presupuestos del ayuntamiento.

La estabilidad del gobierno que preside Kich de la formación Por Cádiz Sí Se Puede (marca de Podemos en Cádiz) es débil. Su grupo tiene ocho de los 27 concejales y es alcalde gracias al apoyo puntual del PSOE en la sesión de investidura. Pero una cosa es ser investido alcalde y otra el día al dia del gobierno local.

Ante la angustiosa necesidad de aprobar los presupuestos, Kichi se ha puesto prosaico y ha enviado una carta a medios de comunicación locales. En un estilo poético y con fuertes crticas al PP, ruega a "los compañeros del PSOE" que respalden sus presupuestos: "Compañeros y compañeras del PSOE: escuchad la voluntad del pueblo de Cádiz que nos encargó un gobierno de cambio. Sumaros a ese cambio o dejadnos hacer de una vez por todas. No vale seguir dilatando. No vale seguir replicando el mismo patrón de comportamiento: primero bloqueáis, luego desgastáis y finalmente os ofrecéis como agentes de solución. No podéis seguir rigiéndoos por el cálculo electoral, porque de ser así ni Cádiz ni vuestra propia militancia os lo perdonaría. No podéis excusaros en tecnicismos para intentar bloquear nuevamente el cambio".

Otra parte de dicho documento literario político dice "Que nadie se engañe. Llueve mucho pero no llueve de la misma manera para todos. Llueve duro, frío, de golpe, torrencialmente. Llueve de manera inclemente sobre quienes son presa del desempleo; llueve hasta la inundación sobre los barrios sin servicios, abandonados; llueve amargamente sobre las familias desahuciadas a las que apenas les queda el techo de un Ayuntamiento al que quieren mantener atado de pies y manos para que no pueda ser escudo de los más golpeados por su crisis. Llueve de manera brutal".