Nueva sesión de esgrima en el Parlamento andaluz entre el presidente Moreno y la expresidenta Díaz, aunque nuevamente con un tercero llamado Sánchez presente, si bien en modo espectral, durante el intenso duelo.

Juanma Moreno utilizó de nuevo al presidente del Gobierno como dardo para pinchar a su antecesora en el palacio de San Telmo, aprovechando que el margen de maniobra de esta para defenderse en un terreno tan sembrado de minas es más bien mínimo.

Parafraseando el título de la premiada película de Pedro Almodóvar ‘Hable con ella’, los argumentos desplegados por Moreno contra Díaz podrían resumirse con un ‘hable con él’, siendo él, obviamente, el presidente Pedro Sánchez.

La guerra del IVA

“Ahora que se entiende usted con sus amigos de Madrid –le espetó con sorna Moreno–, ajuste las cuentas, no políticas, sino las que tiene el Gobierno de España con todos los andaluces, para que pague los 537 millones de euros que nos debe”.

Se refería el presidente a la recaudación del IVA de diciembre de 2017, hecha efectiva y contabilizada en enero de 2018 merced a un cambio impulsado por el ministro Cristóbal Montoro para afinar la gestión de la información fiscal remitida a Hacienda por las grandes empresas.

Montoro no resarció a las autonomías del perjuicio ocasionado por su reforma, pues en los Presupuestos de 2018 no incluyó medidas compensatorias para entregar a las CCAA los 2.500 millones de euros 'escamoteados' de la recaudación de diciembre 2017 y contabilizados en 2018. Desde entonces, aquel mes 'en blanco' de 2017 ha ido desplazándose a los ejercicios presupuestarios posteriores.

Una compensación fallida

El Gobierno de Sánchez y la ministra María Jesús Montero sí incluyeron la partida en los PGE de 2019, pero al no aprobarse los mismos no pudo hacerse efectiva la reasignación presupuestaria, de manera que, al menos según el sentido común, las CCAA siguen teniendo derecho a ser compensadas por el Gobierno de España por el perjuicio que en su día les ocasionó... el Gobierno de España.

Como todos los que tienen que ver con la financiación autonómica, el asunto el IVA pendiente es técnicamente abstruso, pero la razón parece estar de parte de Andalucía y el resto de CCAA, que no piensan cruzarse de brazos, ni siquiera aquellas como Castilla-La Mancha, Aragón o Asturias que están gobernadas por el Partido Socialista.

Tal vez por ello, la ministra Montero ya ha adelantado que su departamento buscará la manera de compensar a las autonomías. No querrá cometer el mismo error que en 2019, cuando metió presión al PP a través de sus ejecutivos regionales al asegurar que, al estar el Gobierno en funciones, era imposible liberar el pago a las CAAA de 4.500 millones de euros en concepto de entregas a cuenta.

La bandera del agravio

Mientras tanto, el Gobierno andaluz ha descubierto las muchas ventajas de navegar bajo la bandera del agravio: desgasta al Gobierno central, erosiona a la ministra Montero, acorrala a la expresidenta Díaz y viste a la derecha andaluza con los cálidos colores del andalucismo, tan menospreciados durante tanto tiempo.  

En su partida de ayer con Díaz, el presidente jugaba con ventaja y no desaprovechó la ocasión de sacar rendimiento de ella. Incluso se permitió el lujo de ponerse estupendo al afirmar que no tendría inconveniente alguno en acudir a la reunión con Sánchez o con Montero de la mano de Díaz. Si puede verse con el presidente de la Genralitat, ¿por qué no con el de Andalucía?

El protagonismo personal es lo de menos, vino a decir Moreno, exhibiendo una humildad presidencial que no suele faltar en ninguna sesión de control y que los estrategas de San Telmo están convirtiendo en marca de la casa frente a la ‘soberbia’ de ya sabemos quién...