Los continuos recortes a los que el presidente de la Junta de Andalucía tiene sometida a la sanidad pasan factura en distintos ámbitos. A los problemas que genera la falta de personal, se suman las deficiencias que presentan hosiptales y centros de salud, las cuales han quedado evidenciadas tras la intensas lluvias sufridas,esta semana.

Varias instalaciones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se han inundado. Así ha ocurrido en Huelva en distintos centros de Atención Primaria de la zona del Condado y la Costa,  en el Centro de Salud Mental de Valverde del Camino o del Hospital de Riotinto, en el cual hubo que reprogramar las operaciones.

En las redes sociales, los vídeos sobre cómo el agua ha entrado en estos edificios no han dejado de circular. El propio coordinador provincial de Izquierda Unida, Marcos Toti, recordaba "el lamentable deterioro que sufre desde hace tiempo" este centro hospitalario, que ha tenido como consecuencia que las lluvias, "en una zona en la que solo se activó el aviso naranja, se haya metido el agua hasta los pasillos, consultas y quirófanos".

Situación similar se ha vivido en Sevilla, donde las imágenes del Hospital Universitario Virgen Macarena son alarmantes. Según informó la Junta, la situación obligó a activar medidas de contingencia para preservar la seguridad de pacientes y profesionales y asegurar el funcionamiento de los servicios asistenciales esenciales.

Son varios los comentarios en  X en los que se señala la responsabilidad del presidente andaluz. "Lo que Moreno Bonilla se gasta en promocionar los toros no se invierte en el mantenimiento del Hospital Macarena"; "Made in Moreno Bonilla";  "El agua entra en cantidad por no GASTARSE UN EURO EN SANIDAD"; y "No falla. Donde está el PP, agua vaaa"; son algunos de los textos que han redactado al respecto los internautas. 

El Hospital Virgen del Rocío tampoco se ha librado del agua y ha visto inundarse el sótano. 

Más de un millar de incidencias 

Las lluvias del miércoles que afectaron a la zona occidental de Andalucía provocaron más de un millar de incidencias en la región, la mayor parte de las mismas por inundaciones. No obstante, también se produjeron derrumbes y caídas de elementos, incidentes de tráfico y algunas anomalías en servicios básicos.

Dos personas resultaron heridas, una, tras caerle encima la estructura de un toldo en la calle Juan XXIII de la localidad onubense de Gibraleón y otra, tras derrumbarse una pared en Torrepalma, Carmona.

Numerosas calles de la capital hispalense se vieron anegadas de tal manera que el tráfico quedó comprometido, en el Polígono El Pino se vinieron abajo dos muros de una nave y en Carmona, una residencia de mayores se vio obligada a trasladar a los ancianos a la primera planta. 

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