En la emotiva carta publicada por un hijo de Griñán defendiendo la honestidad de su padre, este afirmaba al inicio de la misiva que toda su familia había pagado "un alto peaje por ser hijos de quien somos". El vástago de ex presidente defendía desde Facebook la "honestidad" del padre ante el "martirio" que sufre. También se lamentaba de que si en el verano de 1982, "no hubiera tomado la peor decisión de su vida (ser viceconsejero de Trabajo en la Junta de Andalucia), ahora no solo no estaría pasando por el martirio actual, sino que económicamente habría vivido con mucha más holgura ejerciendo su puesto de funcionario del Estado por oposición". 

Un político asutero que abandonó un futuro personal próspero
Cierto es que Griñán con un expediente académico brillante y que aprobó las oposiciones de Inspector de Trabajo en 1969, siendo el número tres de su promoción, podría haber tenido una vida muy cómoda o haber dado el salto a la empresa o abogacía privada y haber disfrutado de suculentos honorarios. No fue así. El compromiso político le atrajo y en 1982, tras el triunfo socialista en las primeras elecciones andaluzas, aceptó la propuesta de Rafael Escuredo y fue su viceconsejero de Trabajo. Luego prosiguió su carrera política con el siguiente presidente, José Rodríguez de la Borbolla. En 2009, fue ministro de Trabajo con Felipe González y en 1992 fue nombrado Presidente de la Junta.

A ese brillante Griñán no se le pudo pasar por la cabeza que su final sería una petición de cárcel y una fianza de más de cuatro millones de euros por el "caso EREs". Una más que discutida decisión judicial para un hombre que nadie, "absolutamente nadie" en el PSOE andaluz y federal, duda de su honradez y probidad personal. 

Pepe Griñán abatido
El expresidente lo está pasando muy mal desde que se inició el proceso del caso de los ERES irregulares. Su rectitud moral y su consabida capacidad intelectual no entienden como ha podido llegar a esa situación judicial por una decisión política o administrativa, tal vez errónea, pero que en ningún caso que derivase en beneficio o lucro personal. Ante un futuro inmediato de penuria económica, ha tenido ya que dedicar gran parte de sus reducidos ahorros en abonar las minutas de sus abogados y en gastos judiciales. El PSOE de Pedro Sánchez decidió no pagar la defensa judicial y además, ahora, está fuera del partido. 

Un Griñán que se muestra abatido especialmente tras conocer la petición del juez Álvaro Martín de seis años de prisión y la imposición de una fianza de 4,2 millones de euros, Unas peticiones desproporcionadas y una enormidad económica inalcanzable que terminarán con el embargo de su poco patrimonio y de la pensión de la que disfruta tras su larga trayectoria de servicio público. Un final a toda luces injusto aunque haya sido acordado por la propia justicia. Queda la esperanza para muchos socialistas de que una vez finalizado el juicio que comienza ahora sea absuelto. Mientras tanto la fianza y el daño moral harán mella.

 

Un saldo de 14.000 euros y un plan de pensiones al 50 %
Y es que además la macrofianza de 4,2 millones de euros es imposible de abordar desde la economía particular del ex presidente y ex ministro. Griñán 
hizo públicos antes de irse de la Junta su renta y patrimonio -algo que no hicieron los dirigentes del PP- y mostró ser propietario del 50% de una vivienda en Sevilla con un valor catastral de 25.768,67 euros. Una vivienda que por cierto ha terminado de pagarla casi en su edad de jubilación. Disponía también de una cuenta con un saldo en cuentas bancarias de 14.207 euros y era titular del 50% de un plan de pensiones compartido al 50%, con un ahorro disponible de 50.055,14 euros.

Dos "coches viejos y a medias"

En su declaración de la renta de 2010 figuraban unos ingresos de 85.131,29 euros y en su declaración de bienes correspondiente a 2009, además de lo declarado en 2011, consta la propiedad al 50% de dos coches, un Nissan Primera de 2002, valorado en 4.620,00 euros, y un Fiat Punto de 2008 valorado en 5.000 euros y que estaba financiando. 

Será embargado

Con esa economía particular y familiar, un Griñán triste y que apenas sale a la calle, intenta escribir sus memorias y se entrega a su afición de siempre, la música clásica y la lectura. Posiblemente se resigna al hecho de que si en 30 días desde el inicio de unas diligencias propias por este delicado asunto, no abonase la fianza o presentara aval suficiente, sufrirá un embargo judicial  de sus bienes, fondos, cuentas y activos. Triste final para un político íntegro pero que, como ha lamentado su ex compañero de partido, el extremeño Guillermo Fernández Vara, tendrá que desprenderse de su casa adosada porque "no tiene ni un duro".   

Sin "sobres ni cuentas panameñas"
Convendría recordar ahora el lamento de su hijo cuando afirmaba que nadie daría crédito a que "en toda su vida haya sido hombre de una sola y magra cuenta bancaria en la época de los capitales en Suiza y en Panamá" porque en casa de sus padres "los únicos sobres que se abren son los de la correspondencia, que nunca ha traído nada bueno".