Ciudadanos pone los civiles, que suelen ir un poco por libre, y el PP pone los ‘militares’, los afiliados sometidos a la férrea disciplina de partido.

De los cinco consejeros de Ciudadanos, el único militante del partido es el vicepresidente Juan Marín, mientras que de los seis miembros del PP en el Gobierno andaluz el único que no es afiliado es el consejero de Hacienda, Industria y Energía, Alberto García Valera, procedente Ernest &Young, adonde recaló en agosto pasado tras ser destituido por la ministra María Jesús Montero como director general de Tributos al conocerse que preparaba su marcha a la consultora privada.

El presidente Juanma Moreno ha comunicado oficiamente hoy los nombres en rueda de prensa. Algo bisoño en estas lides de confeccionar un Gobierno, el presidente Moreno –mucho menos exultante que días atrás– confesó en su comparecencia que no había tenido “ninguna presión, ni de la dirección nacional ni de las direcciones provinciales del partido, lo que me ha sorprendido incluso a mí”. La cándida confesión no le favorece ni a él ni al Gobierno andaluz.

Rivera marca territorio

Casi al mismo tiempo que el presidente Juanma Moreno daba a conocer en el palacio de San Telmo los seis consejeros del PP en su nuevo Gobierno, Albert Rivera se fotografiaba en el patio del Parlamento con los suyos, los cinco nombrados por Ciudadanos y dados a conocer con antelación este fin de semana por los servicios de prensa del partido.

En su breve comparecencia, el presidente de Cs presumía de independientes: la mitad naranja del nuevo Ejecutivo "se parece a la sociedad civil más que al carné del partido”.

Desde el minuto uno, Rivera ha querido marcar distancias con el PP y aludir a Vox siempre de pasada, más como ‘ese partido del usted me habla’ que como la formación clave que ha hecho posible que Cs gobierne por primera vez una autonomía.

Geometría (demasiado) variable

Rivera volvió a insistir en su idea de que el nuevo Gobierno tiene el respaldo de 47 y solo 47 diputados, no de los 59 que PP y Cs suman con los 12 de Vox. ¿Y como sacará el Gobierno sus leyes adelante? Fácil. Tirando de “geometría variable", es decir, sumando unas veces con Vox, otras con el PSOE y otras, por qué no, con Adelante Andalucía.

Está por ver que los dos partidos de la izquierda se muestren tan cristianamente dispuestos a blanquearle a Ciudadanos su alianza no formal pero sí material con la ultraderecha. Como está por ver que Vox se tome a bien que el Gobierno que sostiene con sus votos alcance acuerdos parlamentarios de calado con ‘los rojos’.

De entrada, Vox tal vez no le perdone fácilmente a Ciudadanos la victoria simbólica de haber logrado que no haya en el nuevo Gobierno una Consejería de Familia, como pretendía el partido ultra, que hizo con esta cuestión un ruido cuyas nueces han ido finalmente a parar al zurrón naranja: la consejería monográficamente familiar que quería Vox se llamará de Salud y Familias. Es seguro que el plural habrá escocido en Vox.

Jaén se queda sin consejero

Al contrario de lo que sucedía con los gobiernos socialistas del pasado, el presidente Moreno no ha prestado atención a los equilibrios provinciales, hasta el punto de que por primera vez en décadas Jaén se ha quedado sin consejero: hay tres miembros de Sevilla, tres de Málaga, dos de Córdoba, y uno de Almería, Cádiz, Granada y Huelva. En la provincia del Santo Reino no ha sentado nada bien la exclusión.

No es improbable, por lo demás, que Moreno se haya encontrado con más de un ‘no’ a su ofrecimiento de entrar en el Gobierno por parte de profesionales de prestigio reconocido o incluso de políticos de su partido, como la exministra Fátima Báñez.

El caso Velasco

Los consejeros andaluces ocupan la zona baja de la tabla salarial de los Gobierno autonómicos, con 65.000 euros brutos anuales, muy por debajo de lo que seguramente venía percibiendo, por ejemplo, el nuevo consejero de Economía, Rogelio Velasco, nombrado por Ciudadanos y cercano al dirigente nacional del partido y economista Luis Garicano, a quien se identifica como padrino político de Velasco. Rivera tiene, pues, buenas razones de presumir de un fichaje civil como Velasco.

Bendodo, hombre fuerte

El número de consejerías pasa de 13 a 11, aunque a costa de crear un macrodepartamento como el que dirigirá el vicepresidente Juan Marín, que tendrá las competencias de Turismo, Regeneración, Justicia, Administración Local y Violencia de Género.

El hombre fuerte del Gobierno y persona de enlace con los consejeros naranjas será Elías Bendodo. Titular de la poderosa Consejería de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior, el expresidente de la Diputación de Málaga y frustrado candidato a la Alcaldía de la capital por la negativa del veterano  Francisco de la Torre a cederle el testigo será el ‘Gaspar Zarrías’ del nuevo Ejecutivo.

Canal Sur: un cierto alivio

Una de las incógnitas del organigrama gubernamental era en qué lado del gobierno, naranja o azul, caería la competencia sobre la radio y televisión públicas, objeto de deseo algo anacrónico de todos los partidos que llegan a un Gobierno. Pues bien: ni para uno ni para otro. Canal Sur será para los dos.

PP y Cs compartirán "en un ente colegiado" el control de Canal Sur y tomarán conjuntamente las decisiones, aunque el presidente no ha revelado cuáles serán. Vox pretendía rebajar al mínimo la RTVA, lo que supondría despidos masivos en una plantilla de 1.450 trabajadores.

Los sombríos precedentes de Tele Madrid y Canal Nou preocupan mucho a los empleados de la casa, pero el hecho de que el PP no pueda tomar ninguna decisión sin el consentimiento de Cs ha supuesto un cierto alivio para trabajadores de la cadena consultados por El Plural.