La hipocresía del PP malagueño no conoce límites. El mismo Ayuntamiento que censuró el mural pacifista de la caseta del PCE e IU luce, sin problema alguno, un gran rótulo publicitario de una marca de bebidas alcohólicas en su propia caseta. Mientras tanto, a la oposición se le amenazó con cerrar su caseta por intentar colgar un mensaje crítico.
Según informan los dirigentes locales de IU, el PP se escuda en la ordenanza que prohíbe exhibir publicidad o propaganda en el exterior de las casetas. Sin embargo, la caseta municipal contraviene la norma de manera evidente. Por ello, IU ha instado al alcalde a “denunciar a su propia caseta, porque se está incurriendo en una discrecionalidad absoluta y en censura política”.
Para Toni Morillas, coordinadora provincial de IU Málaga y concejala de Con Málaga, la censura del PP sobre el mural ‘No a la guerra, No a la OTAN’, prohibido en la caseta de Los Claveles-Rincón Cubano del PCE, es inadmisible frente a la permisividad con la publicidad de su caseta municipal. Según Morillas, se trata de “una coacción a la libertad de expresión que no tiene cabida en democracia”.
Una feria elitista y turistificada
En una comparecencia en la calle Larios, Morillas denunció que “el PP ha apuntalado un modelo de feria elitista y turistificado, con precios prohibitivos que excluyen a muchas familias trabajadoras, mientras se promocionan las casetas comerciales en detrimento de las sociales, que siempre han sido el alma de nuestra Feria de Málaga”.
La concejala también criticó los problemas graves de movilidad en el centro, con colas interminables en el Metro y la subida del precio del autobús, y subrayó la falta de un plan eficaz para el transporte público y para el sector del taxi. Además, calificó de “gestión negligente” la limpieza urbana, que ha llevado al alcalde a tildar de ‘fake news’ las denuncias de los vecinos sobre la suciedad en los barrios.
Saturación de viviendas turísticas
Morillas hizo referencia al reciente informe municipal que advierte sobre el crecimiento de las viviendas de uso turístico en Málaga. “Ya hay 53 barrios saturados de viviendas turísticas; su aumento descontrolado evidencia la absoluta ineficacia de las políticas del Partido Popular para regular este sector”, señaló.
Para la coordinadora de IU, resulta “irónico y cínico que quienes nos han acusado de turismofobia o de intervencionistas al plantear una regulación democrática del sector, sean hoy los primeros en admitir que el descontrol de las viviendas turísticas está disparando los precios de la vivienda, provocando pérdida de población local y saturando los servicios públicos, fruto de un monocultivo turístico insostenible”.