El pasado domingo miles de familias andaluzas se llevaban las manos a la cabeza cuando Moreno Bonilla aprobó dar un “cerrojazo” a la hostelería, al pequeño comercio y a la industria de la cultura sin aprobar ninguna medida económica de apoyo para estos sectores.

Y el presidente de la Junta estaba tan contento que tras aprobar el destrozo, se hizo un selfie en San Telmo que colgó en sus redes pletórico de alegría con la decisión. Supongo que las familias que van a ver peligrar sus negocios y probablemente su presente y su futuro no están tan contentas.

Cuando se ponen limitaciones hay que poner soluciones. El Gobierno de Pedro Sánchez el mismo día que anunció el primer confinamiento aprobó los fondos ICO para las empresas, los ERTEs o el paro para los autónomos.

El misma día que se anuncian restricciones, Moreno Bonilla no puede decir que se van a estudiar ayudas. Las ayudas se tenían que haber estudiado antes. Las empresas no pueden echar el cierre en una situación como esta sin que se haya previsto qué hacer antes.

Andalucía este año va a recibir 7.500 millones de euros del Gobierno y todos estos recursos se deberían destinar a ayudar a familias y trabajadores. No es razonable que mientras los autónomos andaluces han recibido 650 millones del Gobierno de Pedro Sánchez, la Junta de Moreno Bonilla sólo ha destinado 12 millones. Las comparaciones son odiosas.

No es decente que haya dinero para gemelos de camisas, insignias, mascarillas o chaquetas con el nuevo “logo” de la Junta de Andalucía para los Consejeros, que se aprueben 400 millones a la COPE, que se destinen millones para autobombo o para programas de amiguetes en Canal Sur y que no haya dinero para lo verdaderamente importante que son los trabajadores, los autónomos y las familias andaluzas.

Tampoco es razonable la gestión que se está haciendo en nuestra comunidad en relación al COVID-19. Está misma semana hemos conocido que Andalucía está a la cola de España en rastreadores, solo 1 por cada 14.529 habitantes. Y que de los 5.000 rastreadores militares que puso a disposición el Gobierno de España sólo se solicitaron 360 y de ellos se activaron la mitad, 210. Si había rastreadores a disposición ¿por qué no se solicitaron muchos más para tratar de combatir al virus?

Andalucía también está a la cola de PCR en España, de hecho se han hecho la mitad que la media nacional, solo 164 por 1.000 habitantes, mientras que a nivel nacional se han hecho 269.

Por no hablar del desastre de la Atención Primaria donde además de las colas, y del teléfono de Salud Responde que no responde, se atiende a los pacientes por teléfono, sigo preguntándome ¿cómo se puede detectar un ictus o un infarto a través de una llamada? ¿Cuánta gente estará muriendo por falta de atención médica presencial?

Son llamativas actitudes como la del delegado de Salud de la Junta en Málaga, donde pese a que día tras día suben los datos de positivos en Andalucía, se dedica a hacer un video con una galleta, demostrando lo poco que le interesa a Moreno Bonilla y a los suyos acabar con el virus.

Sin olvidar que están dejando a muchas zonas sin médicos varios días a la semana, como por ejemplo a los municipios Del Valle del Genal, ni tampoco la falta de transparencia de las listas de espera que se han triplicado desde que Moreno Bonilla llegó al Gobierno y que tenían que haberse hecho públicas hace 6 meses, pero aún no se han hecho.

No es digno tampoco el trato a los sanitarios. No se les paga la productividad completa ni la paga extra que se aprobó en el Parlamento con el voto en contra de PP y Ciudadanos. O cómo la Junta guarda 3 millones de mascarillas FFP2, no sabemos para qué, pero lo que si sabemos es que faltan mascarillas mientras los sanitarios se contagian. Ya son 2.393 sanitarios contagiados.

Pero la guinda ha sido esta semana cuando el Gobierno de Moreno Bonilla ha aprobado anular los derechos de los trabajadores de la Sanidad Pública en Andalucía. Les han quitado el derecho al descanso, a cuidar de sus hijos y mayores, el derecho a una jornada máxima y a sus funciones. Han aprobado mandarlos a trabajar donde, cuando y de lo que quieran, los obligan a trabajar aún estando en aislamiento, les suspenden la exención de las guardias para mayores de 55 años y pueden contratar cuando, como y a quién quieran.

Vamos, que se han cargado de un plumazo todos los derechos laborales de 120.000 sanitarios y sanitarias en Andalucía. En lugar de hacerse fotos inaugurando monumentos a los sanitarios, Moreno Bonilla debería respetar sus derechos y pagarles lo que les corresponde.

No es fácil combatir el virus, pero se puede hacer en Andalucía mucho más de lo que se está haciendo. No puede culpar solo a la gente, la Junta de Andalucía debe asumir también su responsabilidad. Hay que ayudar más a los trabajadores y autónomos y proteger a nuestros sanitarios que se juegan su salud cada día por proteger la nuestra.

Miguel Ángel Heredia Díaz es senador socialista por Málaga y portavoz de Hacienda en el Senado