Sí, tengo envidia de la sana. De la que te empuja a ser mejor al ver cómo se preparan en Francia para la salida de la pandemia y la reconstrucción tras la crisis económica. Mientras, aquí en España la propuesta gubernamental de un gran pacto social, económico y político no ha encontrado un gran eco y se ha reconducido a una comisión parlamentaria, zamarreada desde antes de su estreno desde todos los flancos de la oposición.

En nuestro vecino del norte, 60 parlamentarios de la Asamblea Nacional de todos los sectores, tanto de los que apoyan al presidente Macron como de los que se oponen a él, pusieron en marcha el 4 de abril el sitio en la red: https://lejourdapres.parlement-ouvert.fr/ (El día después-Parlamento abierto, en castellano) para recabar propuestas ciudadanas sobre los ejes de la acción política en el escenario posterior a la catástrofe de la Covid 19.

En las dos primeras semanas de funcionamiento de la plataforma, que se cerrará el 4 de mayo, se habían recibido cerca de 6.000 propuestas individuales y colectivas, de asociaciones de todo tipo y de parlamentarios, que conforman un gran banco de ideas y soluciones para construir una sociedad más sostenible, justa e inclusiva.

Los parlamentarios promotores de la concertación ciudadana “El Día después” se han comprometido a publicar antes del 15 de mayo el balance de lo aportado y las contribuciones seleccionadas entre las más respaldadas. En un avance difundido en el ecuador de la consulta, las propuestas mayoritarias eran la creación de una renta básica universal desde los 18 años, el desarrollo de una agricultura local, ecológica y de calidad, la implantación del teletrabajo parcial para todos los sectores que lo permitan, la lucha contra la brecha digital y la creación de una red estatal de despensas solidarias.

Las propuestas de la ciudadanía, de la sociedad civil, se incorporarán al debate parlamentario a través de las comisiones y de las enmiendas de los distintos partidos. En definitiva, una excelente manera de contribuir a la hoja de ruta para reconstruir el tejido económico y social damnificado por la crisis sanitaria, que deberíamos de replicar en España si queremos hacer las cosas bien y como demanda la sociedad.