La reciente crisis desencadenada por el caso Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, ha colocado de nuevo a Pedro Sánchez en el ojo del huracán político. Las grabaciones y el informe de la UCO que apuntan a supuestas comisiones ilegales en adjudicaciones de obras públicas —relacionadas con Cerdán y el exministro José Luis Ábalos— están siendo investigadas por el Tribunal Supremo, lo que ha obligado a una doble comparecencia del presidente para atender la alarma de la opinión pública.

En sus últimas intervenciones públicas, Sánchez se ha mostrado firme y desafiante. Ha rechazado claramente la posibilidad de convocar elecciones anticipadas y ha reafirmado que su intención es completar la legislatura hasta 2027. Se compara a sí mismo con el “capitán” que no abandona el barco, remarcando que entregará el timón sólo al electorado, y no renunciará ante la presión opositora, especialmente del PP y Vox.

El Congreso se ha convertido en un hervidero político: el PP, Junts, ERC y Vox presionan para que Sánchez comparezca de forma inmediata, y no encuentre cobertura en su plan del 9 de julio, aprovechando la reunión de comisiones internacionales. En contraste, aliados como PNV, Bildu y Sumar muestran mayor comprensión por sus compromisos, aunque advierten de que no aceptarán simplemente un “esto no va de mí” sin más concreción.

La división también recorre los propios cuadros socialistas. Figuras como Emiliano García-Page denuncian que se vive un “momento de credibilidad grave” en el PSOE, y que “queda mucho por saberse”. En paralelo, analistas advierten que este escándalo ataca directamente el relato fundacional de Sánchez: la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción.

Para mitigar la tormenta, Sánchez ha impulsado diversas medidas internas en el partido: pidió la dimisión de Cerdán, expresó disculpas públicas —hasta ocho veces—, anunció auditorías y creó un equipo interino para tomar el relevo hasta el comité federal del 5 de julio. Asimismo, se ha comprometido a no permitir que el país caiga “en manos del PP o de Vox”, proyectando una narrativa de resistencia.

Sin embargo, la cuestión clave persiste: ¿podrá Pedro Sánchez aguantar este embate sin que la coalición se resquebraje? Los socios, especialmente Junts, exigen “garantías” y una interlocución renovada, mientras ERC insiste en una explicación inmediata. Aunque las mociones de censura no prosperan por ahora, sigue abierta la puerta a una crisis de confianza parlamentaria.

Antes del adelanto electoral o el derrumbe de la legislatura, Pedro Sánchez confía en el desgaste de la oposición, el paso del tiempo y el refuerzo institucional para mantenerse en Moncloa. En este sentido, mientras el presidente asegura que aguantará hasta el final, el clima político, las investigaciones judiciales y la reacción de sus socios marcarán el rumbo de los próximos meses. Y ahora te toca a ti: ¿crees que Pedro Sánchez logrará agotar la legislatura o que la presión será insostenible? Vota en nuestra encuesta y déjanos tu opinión.

Encuesta
ENCUESTA: ¿Crees que Pedro Sánchez conseguirá aguantar hasta 2027 y agotar la legislatura?
Pedro Sánchez, durante la comparecencia en la sede del PSOE. EP

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