La pandemia ha dotado a una gran mayoría de aulas de todos los niveles educativos de cámaras y micrófonos para la enseñanza en línea. Una vez que se ha vuelto a la modalidad presencial, muchos centros se niegan a utilizar este equipamiento audiovisual recién estrenado para emitir y grabar las clases y facilitar la accesibilidad de personas con discapacidad, con dificultades por enfermedades autoinmunes o, simplemente, como un recurso más para los alumnos que faltan a clase por baja médica.

Poder acceder en streaming o a la grabación de las clases es una facilidad que deberían ofrecer todos los centros de ahora en adelante por sus numerosas ventajas: poder repasar los contenidos impartidos en la clase, garantizar una accesibilidad universal, recurso útil para los alumnos más rezagados y una herramienta para los profesores en prácticas.

Lo híbrido se impone en todos los ámbitos y no sólo en el automovilístico, la sociedad, la cultura, la economía son cada día más mestizas por la hibridación de formatos, tendencias y estilos en un mundo interdependiente.

Implementar una educación híbrida requiere un esfuerzo adicional en formación, planificación y adaptación, que debe contar con la colaboración de todos los sectores implicados: profesoras y profesores, cuadros directivos, alumnado y ampas en los niveles de primaria y secundaria.

Los claustros deben ser sensibles a las nuevas demandas que la transformación digital permite atender siempre que individual y colectivamente se tenga voluntad de avanzar en la igualdad de oportunidades para todos.

Se evitarían así casos como el de los dos hermanos vallisoletanos, ambos con enfermedades autoinmunes y matriculados en centros concertados, uno de los cuales se conecta a diario para seguir las clases desde su casa, mientras que el otro no puede porque la dirección de su centro se niega a la facilidad solicitada. 

El resultado de esta disparidad de criterios son discriminaciones fácilmente evitables. La pregunta del título de esta columna tiene una respuesta obvia: mejor híbrida que solo presencial o únicamente en línea.