“¡Con las bombas que tiran los fanfarrones de la ultraderecha nos hacemos las gaditanas tirabuzones!”. Era el tuit que publicaba anoche en su cuenta oficial la líder de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, tras constatar que su partido rozaba la mayoría absoluta en Cádiz de la mano de José María González ‘Kichi’, pareja de la dirigente morada y, al igual que ella, fuertemente distanciado del líder nacional del partido, Pablo Iglesias.

La marca andaluza de Podemos sacaba pecho tras haber logrado dos cosas: que Cádiz fuera la única de las ciudades del cambio que ha resistido tanto a las tres derechas como al propio Partido Socialista y que Adelante Andalucía hubiera logrado “el mejor resultado de Podemos a nivel estatal", según palabras del secretario de Política y Comunicación, Pablo Pérez Ganfornina, esta mañana en rueda de prensa.

Mirando al sur

Ganfornina no ha hecho sangre con Iglesias ni con la dirección estatal, pero ha enviado a Madrid un mensaje claro de por dónde debe caminar Podemos de ahora en adelante: mirando al sur, que es donde se han hecho bien las cosas. Las diplomáticas palabras de Ganfornina han sido “empujar desde el sur” para propiciar el “renacer de nuestra fuerza política a nivel estatal”.

En tanto en cuanto la corriente Anticapitalistas es la más radical de Podemos, hasta el punto de sentirse depositaria de las esencias originales del movimiento morado, los resultados logrados en Andalucía también tienen algo de impugnación de la escisión protagonizada por Íñigo Errejón en Madrid y de la estrategia de moderación y entendimiento con los socialistas que viene propugnado el ex número dos de Podemos.

El abismo

El Podemos que ha triunfado en Cádiz no es el de Pablo Iglesias, pero tampoco es el de Íñigo Errejón: el dato es importante de cara a un virtual proceso de refundación, renovación o actualización del proyecto de partido que salió de Vistalegre II. Si llegara a plantearse un Vistalegre III, Teresa Rodríguez y José María González tendrían mucho que decir. Y no solo eso: lo que dijeran sería muy atentamente escuchado por la militancia.

Recuérdese que entre Andalucía y Madrid se ha abierto un abismo prácticamente insalvable en lo político e incluso en lo personal. Teresa Rodríguez y José María González fueron de los pocos dirigentes importantes de Podemos que le afearon públicamente a Iglesias que se hubiera comprado una casa de 600.000 euros.