La situación se hizo extrema anoche donde patrulleras de la Policía de Gibraltar y de la Guardia Civil vivieron “momentos de tensión” cuando los agentes españoles acudieron a proteger a varios pesqueros que estaban siendo acosados por policías de la colonia británica en aguas cercanas al Peñón.

Torpeza del ministro de Exteriores
La raíz del problema es evidente que hunde sus bases en el conflicto histórico de la pérdida de Gibraltar y su pase a la situación de colonia británica. Los hechos son así y no admiten otra versión. Pero si esto es así, no es menos cierto que la torpeza diplomática del Gobierno central unido a la ineptitud de ministro de Exteriores está introduciendo elementos que suman mayor conflictividad a un problema grave. José Manuel García Margallo, Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, ha batido el record de los cancilleres españoles al haber roto y cortocircuitado en menos de medio año las buenas relaciones con un país, como el Reino Unido, con el que salvo el conflicto irredento de Gibraltar, se mantenías unos muy buenos contactos y status

El Gobierno con su ardor patrio echa gasolina al fuego del conflicto
Margallo en sus iniciales contactos con su homónimo inglés tuvo el escaso tacto de sacar el grito en pecho de “Gibraltar español”. Posteriormente el Gobierno Rajoy, con menos tacto e inteligencia si cabe, “prohibió” que la Reina de España acudiese a un acto del aniversario del reinado de Isabel II en Londres. Y para rematar se hace manifiesta la grosera protesta del Ejecutivo por la visita de el hijo menor de la Reina de Inglaterra al Peñón. Lejos de buscar soluciones se echa gasolina al fuego. Entre estas meteduras de pata y también como consecuencias posteriores ocurre la expulsión de las patrullas de la Guardia Civil y el acoso a los pescadores españoles que faenan en esas aguas.

Se olvidan de los pescadores gaditanos
Mientras eso ocurre en el mundo de la alta política, se olvidan de que hay centenares de pescadores, decenas de armadores y toda una población de por sí muy castigada por la crisis, como son los de La Línea y Algeciras, que sufre directamente y en carne viva las consecuencias de esa torpeza política y del ardor patrio.

Reacciones de los armadores andaluces: puede ocurrir "una desgracia
Hoy mismo el presidente de los armadores andaluces, Pedro Maza, ha declarado que este conflicto está desembocando en un a una situación en la que podría ocurrir "una desgracia" si no se llega a una solución en un tiempo breve. Para Mazo, los incidentes ocurridos esta madrugada entre patrulleras británicas y la Guardia Civil, que acudió en defensa de pesqueros algecireños, es "una prueba más" de ello. En este sentido, destaca que, pese a tener "la cobertura de la Guardia Civil, el accidente puede ocurrir", ya que la situación es "bastante complicada". El armador también ha apelado a la necesidad de que el Gobierno central "tome cartas en el asunto" para poner fin a esta situación, ya que el sector pesquero no sabe "qué más podemos hacer".

Conciliación de la Alcaldesa de La Línea
Alguien está poniendo sensatez en este asunto. Así ocurre con la alcaldesa de La Línea de la Concepción, Gemma Araujo. Tras la reunión mantenida el martes por la regidora socialista y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ambos acordaron crear un grupo de trabajo para evitar más conflictos pesqueros. De hecho, desde entonces no han vuelto a producirse más incidentes con las embarcaciones linenses, 53 en total frente a las seis de Algeciras, ayuntamiento comandado por el alcalde y diputado del PP, José Ignacio Landaluce.

Tribunales Internacionales
Desde Gibraltar se ha hecho un llamamiento a "aquellos que están orquestando estas confrontaciones peligrosas" para que "entren en razón" y "acepten el desafío, de una vez por todas, de litigar sus reivindicaciones en los tribunales internacionales pertinentes establecidos para tal propósito en el siglo XXI", en lugar de "poner en peligro la seguridad de la gente intentando avanzar su posición en el mar como si fuese el siglo XVIII".

¡Miedo da! Margallo a Londres
Con todos estos precedentes, miedo da saber que el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, viajará el martes próximo a Londres y abordará el contencioso con su colega británico, William Hague. Sería bueno que para entonces alguien desde el Gobierno le recordara a Margallo como son los estilos de la diplomacia ahora y que nos jugamos en el envite. Y sobre todo que se juegan tantas y tantas familias de pescadores de la comarca del Campo de Gibraltar. Ya se echa de menos los avances conseguidos a través del Foro Tripartito de Gibraltar auspiciado por Moratinos y que tanta crítica hizo verter al Partido Popular entonces en la oposición. Margallo lo ha torpedeado exigiendo, recién llegado al cargo, ampliarlo a cuatro y que la voz de los "llanitos" no cuente para nada. Así nos van las cosas.