Años han tardado los socialistas andaluces en caer en la cuenta de que designar al director general de la RTVA por concurso público era una buena idea. El cambio de posición del partido lo anunció ayer a los medios su secretaria general, Susana Díaz, que seguía así el camino trazado por el Gobierno en minoría de Pedro Sánchez, que abrió un proceso inédito para elegir al director general y al Consejo de RTVE por concurso público.

La propuesta de Díaz es que el cargo, vacante desde hace más de cinco años, de director general de la RTVA se saque a concurso, requiera una mayoría cualificada del Parlamento andaluz y su gestión esté sometida al control de asesores externos.

El bloqueo

La novedosa iniciativa del PSOE-A se enmarca en la propuesta más amplia de reforma del Estatuto de Autonomía sugerida por PP y Ciudadanos y que incluiría la apuesta por las mayorías reforzadas para elegir a los directivos y altos cargos de extracción parlamentaria.

En realidad, la ley aprobada en su día por la mayoría socialista ya obliga a la elección del director general de la RTVA y otros órganos del ente por mayoría cualificada, pero la falta de entendimiento de los partidos –especialmente PP y PSOE, principales beneficarios del actual reparto de puestos– ha bloqueado la renovación del cargo.

El sueldo

Como se sabe, el puesto de director general está vacante desde la dimisión en diciembre de 2013 de Pablo Carrasco por diversos motivos, aunque el principal de ellos fue la drástica rebaja de su sueldo al entrar en vigor el decreto autonómico que prescribía que ningún alto cargo podía cobrar más que el presidente de la Junta, entonces José Antonio Griñán.

El giro del Partido Socialista no es, con toda seguridad, inocente. Además de apostar tardía pero novedosamente por la ‘desgubernamentalización’ de Canal Sur, la propuesta envía la pelota al tejado de PP y Ciudadanos, dado el compromiso de ambos partidos de designar a los directivos públicos mediante un concurso de méritos abierto.

El pacto  

En efecto, el punto 4.4 del pacto de ambos partidos que hizo presidente a Juanma Moreno –con el apoyo de Vox– decía textualmente que, a diferencia de los cargos puramente políticos, tendrán consideración de directivos públicos “los directores de las agencias, fundaciones y demás entes públicos instrumentales”, los cuales “ahora son nombrados libremente por el Gobierno”, pero dejarán de serlo para ser “elegidos por concurso público, abierto y transparente entre personas con experiencia y formación acreditadas para el desempeño del cargo”.

En principio, no parece probable que el nuevo Gobierno vaya a mostrarse particularmente receptivo con la propuesta del PSOE, ya que hasta ahora ha incumplido sistemáticamente su compromiso solemne de impulsar concursos públicos para la elección de directivos. No lo ha hecho con el director de la Alhambra, los gerentes de los grandes hospitales o el presidente de empresas públicas como Cetursa.