El primer barómetro financiado directamente por el Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos está sembrado de conclusiones lo bastante desconcertantes como para ponerlo si no bajo sospecha, sí en cuarentena hasta que expertos en demoscopia o parlamentarios de la oposición puedan hacer un dictamen detallado sobre el mismo.

Aunque ha pedido el anonimato, un experto consultado por EL PLURAL se ha mostrado bastante sorprendido de entrada con el hecho de que el denominado oficialmente Barómetro Andaluz tenga una muestra de 2.567 entrevistas y el presupuesto del mismo haya sido de solo 13.248,62 euros, lo que daría un coste medio por entrevista de 5,1 euros, muy por debajo de cualquier encuesta que “no sea una chapuza”, para lo cual su coste mínimo no suele bajar de los 8 euros.

Una metodología singular

Otro de los reproches técnicos a la encuesta, realizada por la empresa de Valladolid Asé-Psiké, es que la valoración de líderes o políticas sea de 1 a 10 y no de 0 a 10, como hacen habitualmente las casas de encuestas. Con este método, la media para obtener el aprobado ya no es de 5 puntos, sino de 5,5, de manera que quien obtiene, por ejemplo, un 5,3 estaría suspendido, aunque en apariencia estaría aprobado porque toda nota por encima de 5 se sobreentiende que es un aprobado.

Un ejemplo es el del presidente Juanma Moreno, que es el político andaluz mejor valorado, con 5,1 puntos: a efectos propagandísticos y para el común de los ciudadanos tiene un aprobado, pero en términos demoscópicos le faltan 4 décimas para superar el suspenso.

Asé-Psiké ganó el concurso, licitado en 15.000 euros y al que se presentaron ocho empresas españolas. Del total de entrevistas realizadas para la elaboración de este barómetro, el 50,66% fueron vía telefónica, el 36,71% mediante web y el 12,63% presenciales, lo que para el experto consultado es “una metodología singular, porque son tres modalidades difíciles de casar”.

Pierden todos menos uno

Más allá de los datos de estimación de voto, que no son particularmente sorprendentes, otros aspectos de la encuesta sí con llamativos. Con respeto a los primeros, las conclusiones son estas: el PSOE ganaría las elecciones autonómicas con un 30,52% de los votos y 5,75 puntos de ventaja sobre el PP, que sería segundo con el 24,7% de los sufragios. Le seguiría Ciudadanos con el 17,79%, Adelante Andalucía con el 14,02% y Vox con el 8,12%.

En las elecciones de diciembre, el PSOE logró un 27,9%, el PP un 20,8, Ciudadanos un 18,3, Adelante un 16,2 y Vox un 11. Así pues, según la encuesta de la Junta, pierden apoyos todos los partidos salvo el PP.

Aprueban hasta los fracasos

Esos otros aspectos llamativos de la encuesta se refieren, por ejemplo, al hecho de que los andaluces aprueben determinadas medidas del Gobierno que en muchos casos no han llegado a implementarse o solo son conocidas por los especialistas o por personas con un altísimo nivel de información.

La medida del Gobierno mejor valorada por los andaluces es el frustrado programa de refuerzo educativo contra el fracaso escolar durante el verano, que obtiene una nota de 5,57 puntos.

El plan, impulsado por el consejero Javier Imbroda, preveía la inscripción de unos 100.000 alumnos, pero solo se han matriculado finalmente 3.657, una cifra insignificante que evidencia el fracaso de la medida, pero que los encuestadores no parecen haber tenido en cuenta al diseñar su cuestionario.

El propio consejero de Educación, Javier Imbroda, abroncó públicamente a los padres andaluces por no apuntar a sus hijos al plan de refuerzo: “Los padres decidirán –dijo– si prefieren tener a sus hijos jugando a videojuegos”.

¿Medidas? ¿Qué medidas?

También es llamativo que consigan un aprobado (5,51 puntos) las ‘medidas contra la violencia de género’, impulsadas por la Consejería de Igualdad pero de difícil identificación por ciudadanos y analistas.

Un ejemplo: el pasado 30 de mayo la consejera Rocío Ruiz anunciaba que su departamento preparaba “itinerarios personalizados para mujeres mayores y discapacitadas víctimas de violencia de género”. Es poco probable que ciudadanos de a pie puedan conocer y puntuar una medida tan específica y de alcance tan limitado.

En materia de violencia de género, lo que probablemente le sonará a la mayoría de andaluces informados son las controversias públicas promovidas por Vox con su posición negacionista en matera de violencia de género o brecha salarial y que tantos apuros le está haciendo pasar a la consejera Ruiz.

¿Suspenso o aprobado?

También sale bien parado el Gobierno en las demás medidas sobre las que pregunta la encuesta: la bajada del tramo autonómico del IRPF obtiene un 5,40; la supresión del impuesto de Sucesiones y Donaciones, un 5,28; las medidas de creación de empleo, un 5,23; la reducción de listas de espera sanitaria alcanzan un 5,22 y la ampliación de la tarifa plana para autónomos, un 5,12.

La eliminación de la subasta de medicamentos logra un 4,98 y la reducción de cargos directivos y eventuales un 4,70. En principio, estas dos últimas medidas parecen suspender, pero en realidad suspenderían todas las consultadas, ya que ninguna llega al 5,5 en que se sitúa el aprobado al computarse la valoración de 1 a 10 y no de 0 a 10.

Los primeros serán… los primeros

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, es el político mejor valorado por los andaluces con una calificación de 5,19 puntos, seguido por el vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos, Juan Marín, con un 4,9.

La siguiente mejor nota dentro del Ejecutivo la logra tercero en el escalafón gubernamental: el titular de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, con 4,78 puntos. Primero, segundo y tercero en el organigrama del Gobierno son también primero, segundo y tercero en la calificación que dan los andaluces a los consejeros.

‘Milagros Moreno’

Teniendo en cuenta que hace solo ocho meses el PP obtuvo uno de sus peores resultados electorales en 37 años con solo el 20,8% de los votos, es casi milagrosa la rapidez con que Moreno ha conquistado la estima que los andaluces le negaban en diciembre pasado: un 35,1% califica la gestión realizada por el presidente como muy buena (6,1%) o buena (29%), mientras que solo el 13,9% la califica de mala (10,9%) o muy mala (3%).

Es decir, que la mayoría del 44,13% de andaluces que el 2-D votaron a la izquierda no tienen una opinión crítica del primer Gobierno autonómico formado por dos partidos de derecha ­–o centro derecha– apoyados por uno de extrema derecha. Otro ‘milagro’ más del presidente.

El sondeo cifra en un 38,8% los ciudadanos que opinan que la gestión de Moreno no es 'ni buena ni mala', pues no existe la pregunta sobre si la consideran ‘regular’. Los críticos con el Gobierno apenas llegan, pues, al 14%.

Larga fama a los consejeros

También resulta sorprendente el grado de conocimiento que se les supone a los ciudadanos sobre todos los consejeros del Gobierno andaluz, aunque la encuesta, al contrario de lo que marca la práctica demoscópica, no especifica cuál es ese porcentaje de conocimiento, presumiblemente muy bajo.

Un encuestador con experiencia en sondeos andaluces recuerda que, durante la etapa de Manuel Chaves, el consejero del Gobierno que llegó a ser más conocido fue Gaspar Zarrías, pero quienes decían conocerlo nunca superaron el 33 por ciento, y eso que tuvo un papel muy preponderante en sucesivos Ejecutivos.