El magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, quiere saber qué hay exactamente de verdad en las informaciones que desde hace meses vienen apuntando a la existencia de abusos sexuales a trabajadoras temporeras de las campañas de recogida de la fresa en una finca de la localidad onubense de Almonte.

Pedraz ha incoado diligencias previas y requerido a la Comandancia de la Guardia Civil de Almonte y a los juzgados de La Palma del Condado para que le remitan toda la información que obre en su poder sobre las denuncias por parte de temporeras por presuntos abusos sexuales en una finca de la localidad.

El auto del juez Pedraz que los hechos difundidos muestran "características que hacen presumir la posible existencia de infracción penal", por lo que, "no estando determinadas la naturaleza y circunstancias de los hechos denunciados ni las personas que en ellos han intervenido, es procedente incoar diligencias previas penales y practicar aquellas esenciales encaminadas a efectuar esa determinación, y, en su caso, el procedimiento aplicable".

El juez le pide a la Guardia Civil de Almonte y al Juzgado de Instrucción número 3 de Palma del Condado información "de la existencia de denuncias relacionadas con los hechos recogidos en la ‘notitia criminis’ que da inicio a este procedimiento, con inclusión individualizada de denunciantes y juzgados que conozcan de ellas".

La denuncia inicial partió, en junio pasado, del Sindicato Andaluz de Trabajadores (antiguo SOC), que desveló que una mujer había presentado una denuncia por abuso sexual mientras que otras tres lo hicieron por haber recibido insinuaciones de contenido sexual.

No es el único caso de supuestos abusos sexuales que ha trascendido teniendo como escenario el campo onubense. La voz de alarma la dio una publicación alemana que recogía la investigación llevada a cabo sobre el terreno por una ONG tras entrevistar a decenas de temporeras, sobre todo extranjeras.

Aunque el sector siempre ha negado su existencia y atribuido las informaciones a una campaña orquestada por sus competidores europeos, las dudas al respecto nunca han quedado suficientemente despejadas.