El cese por el Gobierno andaluz del gerente del Servicio Andaluz de Salud, Miguel Verdugo, no ha frenado el malestar de los profesionales, especialmente de los médicos, ante lo que consideran un reiterado incumplimiento de la promesa de llevar a cabo “un cambio de verdad” en la gestión de la sanidad pública.

En declaraciones a Canal Sur Radio, el presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA), Rafael Carrasco, ha ironizado sobre la destitución de Moreno: "Para cambiar cromos ya jugamos de pequeños". También ha recalcado Carrasco que su organización representa al 90 por ciento de los facultativos andaluces.

El poderoso sindicato, de perfil ideológico conservador y muy crítico en su día con los Gobierno socialistas, lanza esta advertencia al Gobierno también conservador: “La gestión que el SAS ha hecho en estos meses no ha sido la que esperábamos; somos la comunidad que menos invierte en sanidad desde hace décadas, 1.151 euros por habitante, por debajo de Extremadura". También le recordó Carrasco al Ejecutivo su promesa de equiparación salarial del personal sanitario andaluza con el del resto de España.

Tampoco ha hecho precisamente mucha mella la destitución entre los vecinos del barrio sevillano de San Pablo, 200 de los cuales han protestado nuevamente este lunes, con el corte de calles, para exigir a la Junta que reponga el servicio médico de pediatría.

En el mismo sentido, la asociación de consumidores FACUA, de perfil progresista, también opina que el cese del gerente del SAS es insuficientes y se precisan cambios “más profundos” y “modificaciones urgentes en la gestión del SAS”.

Facua reprocha a la Consejería de Salud y Familias que “no haya informado aún de las medidas previstas para llevar a cabo la reducción de listas de espera que anunció públicamente ni para descongestionar la atención primaria, entre ellas, aprobación de un plan piloto en 35 centros de salud de la comunidad para adecuar los tiempos de consulta, reducir la burocracia y mejorar la gestión”.

De parecida opinión es el sindicato UGT. Para su Federación de Empleados y Empleadas del Sector Público (FeSP), el cese de Moreno es solo “un parche”. Algo parecido opina CCOO, que también ha lamentado el estilo político poco dialogante de Moreno.