El propietario del restaurante "Asador de Guadalmina" de Marbella, José Eugenio Arias-Camisón, que reabrió tras permanecer una semana cerrado el pasado febrero por permitir fumar, se plantea volver a ser insumiso a finales de septiembre por la caída de ventas que asegura está derivada de la aplicación de la Ley Antitabaco. La amenaza de insumisión la formula amparada en datos que posee basados en confidencias personales de dirigentes del PP, que le han confesado que, en el caso de gobernar, derogarán la ley.

Gualdamina y el PP
El mes de agosto es propicio para que el propietario insumiso pueda conocer directamente la opinión de una conspicua dirigente nacional del PP, ya que la Secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, veranea como otros tantos dirigentes del Partido Popular, en esta exclusiva y lujosa zona de la Costa del Sol y enclave marbellí. También, no muy lejos, a escasos cinco kilómetros, Javier Arenas posee casa propia, en Benahavís. ¿Comerán en el asador ambos dirigentes en estos dias de asueto para transmitirle el respaldo a la "causa" del díscolo propietario cada vez más simpatizante de su partido? Posiblemente ellos no se dejarán ver por el polémico local, pero si que su propietario ha reconocido que se ha reunido con otros dirigentes populares y que estos le han respaldado en su "cruzada" a la Ley Antitabaco.

Callados
Arias-Camisón ha manifestado que los hosteleros están "callados desde hace un par de meses", coincidiendo con la llegada del verano, ya que la clientela fuma en las terrazas, pero cuando llegue el invierno, "las terrazas no servirán para nada". "Si el sector se calla, nadie nos va a hacer caso" y "con el paso del tiempo" se darán cuenta de que el negocio es una ruina" si no se permite fumar, afirma.

"Un país con mucho miedo"
Convencido de que si los hosteleros hubieran luchado de forma conjunta contra la ley que les ocasiona pérdidas económicas, se habría permitido fumar, Arias-Camisón atribuye la falta de solidaridad con su iniciativa a que "en este país hay mucho miedo", porque "si todos lo hiciéramos (la insumisión), no podrían multar a nadie". "Las cosas no están -ha reconocido- como para tener que sufragar multas", pero ha aclarado que él no tiene "ningún miedo" porque "todavía" cree en la Justicia y ha dejado el caso en manos de un despacho de abogados.

Confía en no pagar la multa
Por este motivo, confía en que finalmente no tendrá que pagar la sanción de 90.001 euros -inicialmente era de 145.000- impuesta por incumplir el artículo 35 C.4 de la Ley 14/1986 de 25 de abril General de Sanidad.

Aplicación de la ley
El propietario del "Asador de Guadalmina" argumenta que se le aplicó la Ley de Sanidad para cerrar el local y no la Ley Antitabaco, por la que no podían cerrarle el establecimiento. Ha asegurado que su negocio, que abrió hace diez años con siete empleados -actualmente tiene dieciséis- ha crecido año tras año y "pese a la crisis", hasta la entrada en vigor de la Ley Antitabaco.

"Que la Junta me cierre"
Arias-Camisón se plantea volver a ser insumiso, y "si la Junta quiere, que me cierre el negocio para siempre", afirma. El empresario confiesa que tiene esperanza de que se produzca un cambio político en el gobierno porque "a título personal" varios dirigentes del PP le han mostrado su intención de cambiar la ley, pero se pregunta "por qué no lo dicen públicamente".