En el próximo congreso del Sindicato Andaluz de Trabajores (SAT), Diego Cañamero, portavoz nacional de la organización, no revalidará de nuevo su cargo. “A partir del 2 de octubre dejaré ese puesto libre para que elijan a un nuevo dirigente”, confirmó a Andalucesdiario.es el histórico sindicalista. Sin planes definidos de cara al futuro más inmediato, Cañamero adelantó a este periódico que su prioridad es “volver de nuevo a trabajar en su pueblo como jornalero”, sin tener aún claro qué le deparará el futuro. “Habrá otros compañeros más jóvenes y más fuertes que estarán dispuestos a seguir con esa labor pública para que yo pase a segunda fila”. Cañamero lleva toda una vida dedicada a la lucha sindical y política, buena parte de ella de la mano del también sindicalista y alcalde de Marinaleda Juan Manuel Sánchez Gordillo. Aunque participó activamente en acciones sindicales desde mediados de los 70, su primer cargo relevante fue el de secretario general del entonces Sindicato de Obreros del Campo, en 1984, ocupando durante dos décadas puestos de concejal en el Ayuntamiento de El Coronil (Sevilla), donde llegó a ser alcalde del 87 al 91 y del 95 al 2001 por Izquierda Unida, donde hasta fecha muy reciente estuvo integrado su partido, CUT-BAI. Desde el 2007, ha sido portavoz nacional del Sindicato Andaluz de Trabajadores. “Ahora quiero volver a mi profesión, al principio de todo para volver a ser jornalero, que era lo mío”, aclara. Cañamero apunta que necesita irse a trabajar y dejar aún lado la política para “encontrarme conmigo mismo”, aunque asegura que va a estar presente en  “la lucha y el cambio social”. Para Diego, como le llaman todos sus compañeros, “una cosa son los cargos y otro muy distinta las ideas”. Por ello participará activamente en las acciones que lleven a cabo desde el SAT, en las que seguirá estando, aunque de otra manera, muy presente. Ha participado en numerosas acciones reivindicativas contra propietarios agrícolas, así como en numerosas ocupaciones de fincas. En 1986 fue condenado a un mes y un día de prisión por haber participado en la ocupación de la finca El Garrotal, en El Coronil. En 2006 fue denunciado por injurias por afirmar que la duquesa Cayetana de Alba contrataba trabajadores irregulares en sus fincas.