Sorpresa mayúscula no menos entre las filas socialistas que entre las del resto de partidos de la Cámara. La expresidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz admitió ayer por primera vez que se equivocó de lleno al propugnar en 2016 la abstención del Grupo Socialista para que Mariano Rajoy pudiera ser presidente y evitar así unas terceras elecciones que habrían sido letales para los socialistas.

En el calor del debate con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, durante el Pleno para evaluar el primer año de mandato de las derechas en la Junta, Susana Díaz justificó su rectificación con el argumento de que ella y quienes entonces opinaban como ella en el partido “pensábamos que el PP, con la situación a la inversa, haría lo mismo poniendo por delante los intereses del país; lo hicimos por generosidad, porque queríamos que España tuviera gobierno”.

Una guerra fratricida

La autoenmienda de Díaz dio pie al presidente para ensañarse con su antecesora, a la que dedicó frases como “se ha convertido usted en la reina de la incoherencia”, “ha girado 180 grados en un año, no la reconocemos" o "ha perdido sus principios y sus propias convicciones y por eso ha perdido la credibilidad".

Como se recordará, tras las elecciones legislativas de diciembre de 2015 se abrió en el PSOE un encendido debate sobre la conveniencia de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy para evitar la repetición de elecciones.

La controversia sobre la abstención coincidió con la pugna orgánica entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, aunque sería este último quien a la postre obtendría mejores réditos con su ‘no es no’: en contra de su criterio, el PSOE acabó absteniéndose ante Rajoy al altísimo precio de quedar partido en dos, pero Sánchez ganó holgadamente las primarias socialistas que se celebrarían al año siguiente.

A expensas de Vox

En su turno de réplica a Moreno, una de cuyas líneas principales de ataque a Díaz viene siendo precisamente su alineamiento con Pedro Sánchez desde mayo del año pasado, la expresidenta admitió por primera vez en público su error de hace cuatro años: "Me equivoqué al defender que este país tenía que tener un gobierno aunque fuera muy de derechas como el suyo, y acertó Pedro Sánchez".

La rectificación de Díaz propició que pasara bastante desapercibida la batería de 35 iniciativas que propuso para “enderezar el rumbo de Andalucía”, relativas a la defensa de la educación pública, el rechazo del pin parental, el sostenimiento del empleo público o el blindaje de la sanidad.

Por lo demás, la expresidenta reprochó a Moreno que hablara tanto del presidente de la Generalitat, Quim Torra, o que propusiera un pacto contra la violencia de género “sabiendo que el socio que le mantiene en el sillón del gobierno ha dicho con claridad que quiere derogar la ley de violencia de género. ¡Póngase del lado de las mujeres!”.