La sanidad pública andaluza, contra las cuerdas. Episodios como los encierros de médicos en varios municipios de Sevilla a modo de protesta son el reflejo de las deficiencias y la precariedad de estos profesionales en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) desde hace años y que, con el paso del tiempo, las grietas se han hecho más evidentes.

El estudio anual que realiza el Consejo Andaluz de Colegio de Médicos (CACM), el Informe de Demografía Médica en Andalucía del año 2022, el cual se publicó el pasado mes de junio, refleja a la perfección cuál es el estado de los profesionales de la salud pública en todas las provincias de la comunidad y a la par, del balance conjunto que queda de las mismas.

“En Andalucía observamos una disminución del número de médicos en activo, aunque el número de colegiados sigue en aumento. Esto viene motivado por las jubilaciones de los médicos colegiados y que no hay una reposición suficiente de médicos jóvenes”, sostuvo el presidente de la CACM, el doctor Jorge Fernández Parra.

Los datos, sobre la mesa: en 2022, se registraron 44.716 médicos colegiados en Andalucía, un aumento de 1.701; sin embargo, tan sólo 31.857 están en activo, dado que otros 3.768 que sí están operativos no tienen una especialidad registrada para ejercer. Esta cifra podría parecer más que suficiente, pero, teniendo en cuenta la densidad de población de Andalucía, la deficiencia del sistema evidencia que hacen falta muchos más recursos humanos, ya que cada médico activo debe atender a una media de 239 pacientes, dos más del dato registrado en 2021. Según los datos arrojados por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), España está en la posición 19 europea con 75 médicos de Atención Primaria por cada 100.000 habitantes.

Sin soltar aún el número de 31.857 médicos, es necesario matizar que no todos ellos trabajan en el mismo sector: el 65% pertenece a la pública y el 25% a la privada, mientras que el 10% restante a la sanidad mixta.

Éxodo de médicos fuera de Andalucía

Una de las realidades más agrias de la sanidad andaluza son los traslados de los médicos fuera de las fronteras andaluzas debido a la precariedad de los contratos y las condiciones laborales que se ofrecen. Según refleja el Informe de Demografía Médica, sólo el año pasado pidieron el traslado 927 médicos, 13 más que en el registro anterior.

Al detalle, cabe destacar que 432 se ‘mudaron’ a otras provincias andaluzas, mientras que 505 lo hicieron fuera de la comunidad autónoma -430 al resto de España y 75 fuera del país-. Y es que los traslados al resto de provincias españolas han aumentado en este último periodo en una veintena de médicos, mientras que a otros países vecinos en 19 más.

Como dato adicional, en los colegios de médicos andaluces se ha registrado un total de 2.343 profesionales de nacionalidad extranjera, 59 menos que en 2021. “Lo que supone un descenso en comparación con el año anterior, esto se puede producir por la actualización de datos de colegiados, que han pasado a adquirir la nacionalidad española”, precisa el estudio anual.

Edad de jubilación y ofertas de plazas MIR

Las edades de los médicos andaluces mantienen cierto equilibrio; un 25% son menores de 35 años, un 11,4% de la colegiación son mayores de 65 -unos 4.099 médicos-; mientras que, la cifra más relevante, el 35% tienen más de 55 años -unos 12.568 profesionales-. Este último dato es el más acuciante debido a que, dentro de una década, estarán en edad de jubilación, “lo que supone la necesidad de convocar más plazas MIR en los próximos años para incrementar el número de médicos especialistas”.

La solución, según sostuvo el presidente de CACM, no viene de aumentar las plazas de medicina, porque luego se produciría un “embudo” en el sistema MIR, sino “ampliar las plazas MIR” y contar con “más médicos tutores y fomentar la formación de los residentes”. Al año, se jubilan en torno a 2.125 profesionales, mientras que se cubren una media de 1.339 plazas, un balance que se traduce en un déficit de 786 plazas MIR cada año, siguiendo los datos de 2022. En el cómputo de este año, está previsto que se adjudiquen 1.415 plazas, un aumento de 76.

La situación con vistas al futuro próximo se agravaría en toda Andalucía. En este contexto, las palabras de la consejera de Salud del Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla, Catalina García, adoptan un peso aún mayor: “Hasta el año 2025 no estaremos en disposición de cubrir todas las bajas que se dan, ya sea por una jubilación, vacaciones o por una enfermedad. En ese año, empezaremos a equilibrar con el esfuerzo realizado desde 2019, con el aumento de las plazas MIR y siendo la comunidad autónoma que más ofertará”, explicó el pasado mes de agosto.

La pandemia de coronavirus dejó una profunda huella en el sistema sanitario público español y debilitó aún más la resistencia del mismo, a la par que aumentó sus deficiencias. Andalucía fue una de las comunidades que más sufrió estas consecuencias. “La falta de personal es una realidad, lo más importante en médicos de familia, pero también en otras especializadas. Se está intentando solventar ese déficit con contratos de colaboración entre otros hospitales”, garantizó García en aquel momento.

Marea Blanca como altavoz de las zonas rurales

Las zonas de la Andalucía rural son las que están recibiendo los golpes más fuertes de esta situación. El pasado 5 de septiembre, nueve pueblos sevillanos, pertenecientes a la comarca de La Estepa, protagonizaron sendos encierros organizados por Marea Blanca Sevilla en señal de protesta ante la falta de recursos y medidas de la Junta.

La situación en esta área es casi insostenible: de los 41 facultativos que deberían estar operativos en ella, tan sólo hay 15; aunque el Gobierno de Moreno Bonilla, ante las últimas reclamaciones, envió a dos médicos más a la zona. En conversaciones con este periódico, Mª Ángeles Prieto, portavoz socialista de Salud en el Parlamento andaluz, denunció que “las plantillas se están debilitando y que los profesionales jubilados no se sustituyen”, un claro reflejo de que se está aplicando “una política de recortes en las zonas rurales”, en las que los propios alcaldes denuncian “recortes hasta un 50%: donde había dos médicos, ahora queda uno”.

Con este contexto latente, Marea Blanca se ha plantado este viernes en el Parlamento regional, con el apoyo de los vecinos de las localidades de la Sierra Sur de Sevilla, para protestar contra el deterioro de la atención primaria en esta zona, en la cual se concentra una población de hasta 45.000 habitantes. Multitud de vecinos se han concretado a la par en el Hospital de las Cinco Llagas, sede de la Cámara andaluza, para leer un manifiesto en el que tachan de “caótico” el estado de la Atención Primaria.

Por su parte, la consejera de Salud, en el pleno del Parlamento, ha recordado que la gerencia del SAS ha mantenido una reunión esta semana con los alcaldes afectados -de distinto color político- para analizar en profundidad “las mejoras que se están llevando a cabo en zonas de difícil cobertura con el objetivo de hacer más atractivas las opciones para los médicos en zonas rurales”, ha garantizado.