La noticia corrió como la pólvora por las redes sociales porque el protagonista de la misma es un conocido bar de Sevilla, situado en el barrio de Nervión, con fama de tirar la cerveza como pocos.

Hacia las dos de la tarde de hoy, agentes de la Policía Local denunciaban al bar por diversos incumplimientos de la normativa prescrita en la Fase 1 del plan de levantamiento gradual de las restricciones del estado de alarma por el Covid-19.

El establecimiento clausurado tenía en la calle más veladores de los permitidos, estaba vendiendo consumiciones sin plazas de terraza para hacerlo y, además, había permitido la concentración de entre 20 y 30 personas en la calle.

A raíz de los bulos difundidos en internvet, Emergencias de Sevilla ha emitido un tuit informando de que "se han denunciado las infracciones observadas en el establecimiento", pero "la clientela no ha sido denunciada aunque estaban consumiendo bebidas en la calle".

La persona que regenta el local no tenía ningún tipo de separación respecto a los clientes, como mamparas, ni usaba protección respiratoria ni guantes. Además, teniendo tres veladores autorizados, había sacado cuatro mesas altas y dos junto a la pared.

Otra de las infracciones del establecimiento era la carencia de un camarero que atendiese en las mesas y desinfectase cada una de ellas entre cliente y cliente. Los agentes han advertido al responsable del establecimiento que, en caso de reiterar en estos incumplimientos, podría acarrear la clausura y precinto de la actividad.

Pese a todo ello, los dueños del local hicieron público más tarde un comunicado exculpatorio en el que aseguraban que ellos mismos se vieron “sorprendidos por la avalancha de clientes”.

Según su versión, “ante la imposibilidad de mantener la seguridad de nuestros clientes y teniendo en cuenta los cambios sugeridos y adaptaciones posibles, hemos decidido cerrar mientras ejecutamos dichas medidas. Esto es una situación nueva para todos y es cuestión de ensayo-error”.