Como si anduvieran desentrenados y con los músculos entumecidos, a los seis candidatos que han protagonizado en La 1 de TVE el primer debate electoral del 19-J andaluz les ha costado entrar en calor, hasta el punto de que en varias ocasiones el moderador Xavier Fortes tenía que animarlos a agotar sus tiempos y a replicarse unos a otros.

En cualquier caso, una buena noticia: ha sido un debate sin barro. No completamente de guante blanco -con Macarena Olona en escena tal cosa es metafísicamente imposible-, pero sí bastante contenido: ninguno de los candidatos ha mencionado de manera explícita episodios biográficos o políticos que pudieran resultar singularmente hirientes para los otros. Y cuando alguno lo ha hecho, como Inmaculada Nieto (Por Andalucía) al recordarle a Juan Manuel Moreno la corrupción del PP de Almería, el candidato a la reelección no se ha dado por aludido.

Un hombre de perfil

En no darse por aludido es, por cierto, un maestro consumado Moreno Bonilla, y también el más adiestrado de los seis en poner cara de bueno. El socialista Juan Espadas le ha formulado en varias ocasiones preguntas directas y más bien embarazosas que el presidente ha hecho como que no escuchaba.

Quienes seguramente sí debieron tomar nota fueron los telespectadores, para quienes el jardín fiscal andaluz dibujado por Moreno en tonos pastel quedó bastante desdibujado cuando el socialista lo retó a admitir que su rebaja fiscal no había sido precisamente para los trabajadores: “Les rebajado usted 5 euros al mes”. Inmaculada Nieto (Por Andalucía) rebajaría la cifra a "5 eurillos". Pero no fue la única coincidencia entre ambos, que defendieron con convicción los logros sociales y económicos del Gobierno de Pedro Sánchez, del que, en cambio, Teresa Rodríguez no hizo mención alguna.

Por definición, los debates a seis suelen tener menos de debate propiamente que de encadenamiento de monólogos sucesivos. En el de TVE ha vuelto a pasar, aunque no han faltado momentos en los que el cruce de los aceros ha llegado a tener cierta intensidad.

Ideología y género

Si el balance hubiera que hacerlo con la vara de medir de la ideología, cabría hablar de un cierto empate (mala noticia para la izquierda); si, en cambio, hubiera que hacerlo con la vara de medir del género, sin duda las tres mujeres candidatas han superado a sus compañeros varones, aunque por distintas razones y con argumentos dispares.

Macarena Olona ha destacado por extremista, demagógica y faltona, pero con buen olfato para identificar los temores e incertidumbres de la Andalucia rural; Teresa Rodríguez ha sobresalido por la contundencia de las réplicas y los buenos reflejos para colocarlas en el momento oportuno; e Inmaculada Nieto -que suele brillar más en el Parlamento que esta noche en el plató- lo ha hecho por ese estilo suyo sosegado en las formas pero comprometido, afilado y rocoso en los contenidos.

En tanto que presidente, Juan Manuel Moreno ha acaparado la mayor parte de los reproches, aunque no puede decirse que al término del duelo el candidato del PP abandonara el plató andaluz de Televisión Española con heridas de consideración. Sin embargo, no debió Moreno quedar satisfecho: aunque pertrechado con un buen número de gráficos, que Inmaculada Nieto llamó con sorna “dibujitos”, tanto Juan Espadas como Teresa Rodríguez y aun Macarena Olona, además de la propia Nieto, pusieron una y otra vez en solfa el “publirreportaje” de presidente.

La paradoja de Marín

Menos atención de los demás candidatos suscitaron las buenas aunque algo reiterativas intervenciones de Juan Marín. Aunque ninguno de ellos lo considera un adversario peligroso a tenor de las encuestas, el líder de Cs ha desplegado una tenaz defensa de la gestión del Gobierno andaluz, si bien con la paradoja de que el beneficiario de la misma probablemente va a ser el PP y no su partido.

La mejor nota de la noche habría que otorgársela tal vez a Teresa Rodríguez, que ha demostrado buenos reflejos para replicar al presidente Juan Manuel Moreno, al vicepresidente Juan Marín y, sobre todo, a la candidata ultra Macarena Oltra, contra quien a su vez el socialista Juan Espadas y el propio Moreno han esquivado alternativamente el cuerpo a cuerpo que ella no ha cesado de buscar toda la noche.

La sobreactuación de Olona en sus críticas de trazo grueso contra socialistas y populares no ha encontrado apenas réplica ni en el popular ni en el socialista, aunque sí en Teresa Rodríguez, que ha llegado a calificar a Vox de “brazo político del terrorismo machista” y a recordarle a la presunta vecina de Salobreña que si ella estaba participando en el debate era gracias al feminismo que tanto suele denostar.

Juan Espadas ha estado correcto. Su nota sería un aprobado justo, parejo al logrado por el presidente de la Junta, pero con la diferencia crucial de que el primero necesitaba obtener como mínimo un notable alto en el examen mientras que Moreno ya venía aprobado de casa. Recordemos: casi todas las encuestas coinciden en dar una amplia ventaja al PP sobre el PSOE. En el segundo debate, el lunes próximo en Canal Sur, Espadas debería intentar el sobresaliente.