El análisis de UGT Andalucía constata que, si ya de por sí, “la conciliación era deficitaria antes de la crisis derivada de la pandemia del COVID 19”, dado que cuidados siguen siendo asumidos en su mayoría por las mujeres, se puede concluir que “la situación laboral y personal de estas va a empeorar, tanto ahora como cuando el estado de alarma finalice”.

Reproducimos a continuación el texto íntegro que el sindicato ha publicado en su web:

“El teletrabajo es una de las herramientas que se han utilizado para salvaguardar los empleos en los sectores dónde era posible instaurarlo. De esa manera se mantiene parte de la producción y los servicios, se evita que la población trabajadora se desplace a los centros de trabajo y se favorece la conciliación al haberse suspendido la actividad escolar. 

Sin embargo, esto en la realidad es complejo, puesto que quienes teletrabajan tienen que cubrir las necesidades de sus empresas y compaginarlas con la atención a menores (y demás personas dependientes). Las quejas de la falta de  recursos, tiempo y organización ante la realización de los deberes  en casa son frecuentes. Esto es una cuestión que ha superado tanto a los centros educativos como a las familias. 

Pero hay que destacar que el teletrabajo es una herramienta útil para conciliar, y así se viene reivindicando por nuestra organización desde hace tiempo,  aunque muchas empresas son reticentes en su utilización. Desde UGT Andalucía esperamos que esta experiencia sirva para quedarse y que se desarrolle de la forma más favorable posible, con el objetivo que los y las trabajadoras puedan seguir utilizándola de cara a un periodo escolar que, debido a la pandemia, es más que probable que termine sin  que se vuelva a los centros. 

Trabajos esenciales feminizados

Por otro lado los trabajos esenciales feminizados, como la sanidad, los centros de mayores, los cuidados a personas dependientes, los servicios sociales, el comercio de productos alimentarios, las farmacias, los servicios de atención a víctimas de violencia de género, la ayuda a domicilio, cuidado de dependientes, limpieza…, ocupados mayoritariamente por mujeres, siguen funcionando, en algunos casos a destajo, y estas trabajadoras también tienen que cubrir sus necesidades de conciliación, con los/as menores en casa. 

Unido a que algunos de ellos se caracterizan por los escasos salarios y la precariedad, la opción de reducir su jornada y salario para conciliar, sin ningún tipo de aporte económico, puede suponer para muchas mujeres la exclusión social, aparte de que esta reducción de jornada está supeditada al acuerdo con la empresa, cuestión nada fácil que ya hemos visto en las reducciones de jornada por cuidado de menor de 12 años, con una alta conflilctividad. 

La cobertura de los abuelos

La cobertura de los abuelos y las abuelas ahora no es posible, siendo el sector de la población más vulnerable a los efectos del coronavirus, por motivos de prevención, es imposible y nada recomendable que cuiden a sus nietos.

Muchas trabajadoras (ya que son las mujeres la que en su mayoría cuidan a los y las menores) van a perder un recurso familiar importantísimo para poder mantener sus empleos.

La precariedad de los cuidados

El trasfondo de todo esto es que hay un desigual reparto en los cuidados, ya que es una labor feminizada. Y además muy precaria, tanto para quien lo hace en su ámbito privado, como para quien lo hace profesionalmente. 

Esto se agrava en la pandemia y con la crisis de paralización de la actividad, puesto que los déficit de servicios de cuidados son cubiertos por las mujeres en el ámbito privado, lo que genera un aumento de brecha entre los sexos, puesto que o las expulsa del mercado laboral o las aboca a reducir jornada y salario o a la contratación a tiempo parcial, con las consecuencias económicas que esto tiene para ellas tanto en su vida laboral como en las pensiones.

Propuestas sindicales

UGT Andalucía reivindica seguir trabajando para lograr un incremento sustancial del empleo de las mujeres y que éste sea un empleo de calidad, eliminando los elementos de precariedad e infravaloración que caracteriza el empleo femenino, sobre todo el de cuidados.

En materia de corresponsabilidad es necesario contar con permisos retribuidos para el cuidado familiar, de carácter individual e intransferibles, para evitar el abandono temporal del empleo o la renuncia involuntaria a una promoción, por dedicarse al cuidado de familiares, ya sean hijos, ascendientes u otros familiares.

La igualdad entre mujeres y hombres debe ser un eje central de todas las políticas económicas, para que las mujeres puedan recuperar y mejorar los escasos derechos que habían conquistado y evitar retrocesos.

Es necesario replantear el modelo de cuidados que históricamente ha recaído sobre las mujeres, de manera no remunerada o muy mal remunerada, y muy poco reconocida laboral y socialmente.

Con crisis anteriores la situación laboral y personal de las mujeres empeoró, no podemos permitir que la crisis económica que tenemos derivada de la pandemia del coronavirus nos haga cometer los mismos errores, máxime cuando las mujeres están siendo fundamentales en la lucha contra el virus. Nuestra sociedad debe aprender, UGT Andalucía defiende que la reconstrucción de nuestra sociedad tiene que basarse en la igualdad entre mujeres y hombres y en la valoración social y económica de los cuidados”.