El consejero de Economía, Innovación y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Rogelio Velasco, no comparte la tesis -difundida esta semana por tierra, mar y aire- del Gobierno autonómico de que las cuentas de Andalucía están intervenidas por el Gobierno central porque este le ha remitido una carta en la que le advierte de las consecuencias de haber incumplido la ley de estabilidad en 2018.

En una entrevista publicada hoy en eldiario.es y firmada por Lucrecia Hevia y Daniel Cela, el consejero responde así a la pregunta de si Andalucía está intervenida:

“La carta que ha enviado el Ministerio de Hacienda supone una modificación de las condiciones en las que el Gobierno andaluz puede funcionar desde el punto de vista financiero. Ahora bien, yo no lo llamaría intervención, porque Andalucía no está en quiebra. No está en suspensión de pagos, tiene recursos para seguir funcionando perfectamente y para ejecutar los proyectos de inversión contemplados en los Presupuestos. La palabra intervención suena muy fuerte, por eso yo creo que no es conveniente utilizarla. Andalucía no está intervenida, porque intervención es cuando hay un desastre financiero en una institución pública o privada. No es el caso. Andalucía tiene recursos para seguir funcionando perfectamente. Es más bien una modificación desde el punto de vista administrativo al modo en el que la Administración andaluza va a seguir funcionando”.

La opinión del consejero, que forma parte de la cuota de Ciudadanos en el Gobierno andaluz, contrasta no solo con la del presidente y los consejeros del PP, sino también con la del propio vicepresidente de la Junta y líder de Cs en Andalucía, Juan Marín, que el pasado martes afirmaba que la "intervención" de Hacienda a las cuentas de Andalucía representa un "chantaje" y una "deslealtad" con una comunidad "que genera estabilidad".

Las declaraciones de Velasco dinamitan la estrategia frentista desplegada esta semana por el Gobierno autonómica, que había visto en las restricciones de la ministra María Jesús Montero al acceso de la Junta a los mercados financieros una oportunidad de envolverse en la bandera andaluza explotando el siempre eficaz expediente del agravio comparativo.