Celia Villalobos "pillada" jugando al 'Candy Crush' en el Congreso



Los "nuevos tiempos" en el PP andaluz no parece que haya sido entendido como renovación de caras. Uno de los personajes políticos de mayor continuidad en la política española y que mejor representa la falta de frescura en la derecha y la profesionalización de lo público, la vicepresidenta del Congreso de los Diputados, Celia Villalobos, maniobra para continuar de diputada tras las próximas elecciones generales.

Respaldo del gurú de Rajoy: Arriola
La esposa que quien fue el gurú de Rajoy y de Génova, Pedro Arriola, lo ha expresado con notable claridad al manifestar, como si de un sacrificio enorme se tratara, de que está dispuesta a volver a encabezar la lista del PP por Málaga a las elecciones generales. "A mí no me retiran ni me retiro" ha avisado este viernes pasado la diputada desde 1986, y ha reiterado que no tiene ningún interés en dejar un cargo en Madrid que ostenta desde 1986. Como una especie de advertencia ha dicho que no cree que su "amigo Elías", el presidente del PP malagueño, "tenga interés en retirarme".

De "chica Hermida" a alcaldesa de Málaga
Villalobos lleva gran parte de su vida dedicada y viviendo de la política. De "chica Hermida" y antigua funcionaria de la Organización Sindical, pasó a ser alcaldesa de Málaga desde 1995 a 2000. Dejó la alcaldía de Málaga para ser titular del ministerio de Sanidad desde abril de 2000 a julio del 2002. Su papel estuvo marcado por distintas polémicas, entre ellas la de "caldito" de los huesos del cocido en relación al mal de las "vacas locas".

Polémicas en el Congreso: Del Candy Crush a los "tontitos"
Como vicepresidenta del Congreso desde febrero de 2015, destaca que fue 'cazada' jugando al Candy Crush con su tablet durante la intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Debate sobre el Estado de la Nación mientras presidiendo ella la sesión. También será recordada por las palabras y gritos insultantes a su conductor en los aparcamientos del Congreso de los Diputados. También como diputada fue llamada al orden por el entonces presidente del Congreso, José Bono, al referirse a las personas discapacitadas como los "tontitos". La diputada del PP respondió a Bono que ella hablaba "de forma coloquial, como se habla en mi tierra".

Apela a su 'excelente' relación con Nuevas Generaciones
Curiosamente, Villalobos, de 66 años de edad, ha apelado a sus "excelentes" relaciones con "la gente de Nuevas Generaciones que siempre han sido magníficas, muy buenas y que son los que más me han ayudado en las campañas electorales, empezando por Juanma Moreno", actual presidente del PP andaluz- del que se siente muy "orgullosa" de que ocupe ahora ese cargo regional, añadió la diputada.