Pablo Casado no está dispuesto a permitir que Albert Rivera se apropie del discurso de la España unida frente a quienes quieren disgregarla. Ni tampoco frente a quienes en el pasado fueron blandos con el terrorismo de ETA y en el presente lo están siendo con los independentistas catalanes.

En su alocución a los militantes malagueños, el presidente del PP se remontó en su discurso nada menos que a la Reconquista y al Descubrimiento de América, cuyos beneficios para la Humanidad emparejó con la herencia del imperio romano, aunque antes de entrar en materia propiamente patriótica se extendió largamente sobre el terrorismo y la derrota de ETA. Al contrario que en otros mítines, en Málaga Casado no ha mencionado siquiera al partido ultraderechista Vox. Como si no existiera.

Sobre ETA, Otegi y Zapatero

En su glosa del terrorismo, Casado mencionó los méritos del Partido Popular para acabar con ETA, aunque no aludió al cese definitivo de las armas que logró el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

Precisamente sobre el expresidente no se anduvo Casado con paños calientes: “Zapatero se ha reunido con el terrorista Otegi a escondidas, vete a saber para qué, aunque no sabemos si fue Sánchez quien lo envió para hablar de presupuestos, para pactar su investidura con los batasunos o para que la derrota de ETA se escriba con impunidad. No vamos a tolerar que el Gobierno pacte con aquellos que secuestraron y asesinaron a miles de personas”, proclamó el líder popular arrancando de la parroquia popular un prolongado aplauso.

Sobre Andalucía y Baviera

Aunque rebajó a 900 los 1.000 millones el dinero "malversado" en los ERE, el líder popular también fue extremadamente agrio en sus reproches a los gobiernos socialistas de Andalucía: “El PSOE no le ha dado nada a esta tierra”, repitió. “Me daría vergüenza que dirigentes de la Junta se hubieran gastado 32.000 euros, cinco millones de pesetas, en prostitutas y mariscadas”.

Casado no volvió a repetir que Andalucía era la única región de Europa donde nunca ha habido alternancia política en la era contemporánea. Esta vez traía la lección bien aprendida: aludió a Baviera, donde la CSU lleva gobernando ininterrumpidamente desde la Segunda Guerra Mundial, pero justificó a los votantes bávaros porque a ellos sí les va bien, no como a los andaluces, a quienes en su opinión les va cada vez peor. Si aun así siguen votando al PSOE, la explicación es fácil: “Las redes clientelares y la corrupción”.

Uno de los momentos más imaginativos de su discurso fue cuando ‘nombró’ vicepresidentes del Gobierno de Pedro Sánchez a Joaquim Torra y a Pablo Iglesias, el primero de asuntos territoriales y el segundo de asuntos económicos. En tono sarcástico se refirió a la gestión del segundo en Venezuela, a la que hundió económica y políticamente con sus consejos al Gobierno chavista.

"Juanma no recortó"

No olvidó Casado elogiar al candidato del PP a la Junta, Juanma Moreno: “Cuando al gente prefería estar en un escaño, él estaba en el partido al frente de Nuevas Generaciones. Cuando estuvo en el Gobierno en Asuntos Sociales, no recortó nada en pensiones, dependencia oviolencia de género, lo que hizo fue gestionar. Y cuando lo llamaron para venir aquí, se vino a Málaga con su padre y con su madre, con su mujer, nunca dejo de luchar por su partido”.

Le precedieron en el uso de la palabra el presidente provincial del PP, Elías Bendodo, y el presidente regional, Juanma Moreno. Este dijo que el PP era la garantía del cambio que necesita Andalucía. “Me ven por la calle ­dijo–, me cogen la mano y me dicen, Juanma he votado al Partido Socialista, pero ya estoy harto, voy a votar al PP”.

"Un cuarto de hora"

Moreno se adentró incluso en alusiones directas sobre su familia, en concreto sobre su madre, presente en al acto. “Mi madre, ¿dónde está? Ah ya la veo, me dice, hijo, has venido a Málaga y no has ido a verme, pues aquí estoy, mamá…”. La militancia agradeció con un sonoro aplauso las intimidades familiares reveladas por Moreno

También se mostró el candidato muy severo con Susana Díaz, a quien “le queda un cuarto de hora de presidenta” porque lidera un “socialismo rancio” y el PP está “rozando la victoria con los dedos”. También hizo alguna alusión crítica a Ciudadanos, pero muy tibia.