Un grupo de trabajadores de la biblioteca Infanta Elena de Sevilla, la más importante de la red pública que hay en la ciudad, ha denunciado que la dirección les impuso recientemente que en uno de los pocos cuentacuentos que todavía pueden organizar "se hablara de la familia tradicional" forzosamente.

No sería el primer caso de imposición por parte de la dirección del centro, que en junio del año pasado, según los denunciantes, obligó al personal a retirar un expositor con libros sobre feminismo presidido por un crtel con el título de una de las obras expuestas: 'Yo, tú, nosotras'. También les obligaron en otra ocasión a retirar una guía de lectura por incluir un poema sobre las bibliotecas del poeta maldito y padre del realismo sucio norteamericano Charles Bukowski.

El poema más célebre de Bukowski sobre bibliotecas tal vez sea el conmovedor ‘El incendio de un sueño’, que glosa el pavoroso fuego que en 1986 destruyó gran parte de la Biblioteca Pública de Los Ángeles, la tercera más grande del país. Estos son algunos de sus versos: “La vieja Biblioteca Pública de Los Angeles/muy probablemente evitó/que me convirtiera en un/suicida,/un ladrón/de bancos,/un tipo/que pega a su mujer,/un carnicero o/un motorista de la policía”.

La información sobre la denuncia de los trabajadores ha sido adelantada por Radio Sevilla, que incluye la versión de la Junta de Andalucía, a cuya red pertecene la biblioteca. La Consejería de Cultura asegura que lo que los trabajadores llaman censura es únicamente una modificación del programa de actividades, lo que es competencia exclusiva de la Administración autonómica.

El departamento que ahora dirige Arturo Bernal añade que estas actividades deben potenciar la literatura, la escritura y la lectura y recalca que los eventos deben ser consensuados y organizados con el centro directivo superior de su red de bibliotecas.

Los trabajadores también denuncian, por otra parte, el deterioro progresivo del servicio a los usuarios debido a la falta de personal, dado que no se cubren las bajas ni las jubilaciones. Aseguran igualmente los empleados que en el centro no hay máquinas de agua ni de café.

Aunque el servicio de atención directa a los usuarios que solicitan y devuelven préstamos no se ha deteriorado ni ha habido recortes visibles de personal, tras los recortes impuestos por la crisis financiera de 2008 la biblioteca sí interrumpió –y no ha  vuelto a recuperar– servicios como la opción disponible en su web de que los usuarios pudieran sugerir al centro la adquisición de determinados libros. Muchas de las peticiones eran atendidas puntualmente.

Algunos de los usuarios aseguran, como impresión personal, que tras estallar la crisis notaron una merma en el volumen de adquisición de novedades editoriales. Bibliotecas municipales como las dos que tiene el Ayuntamiento de Dos Hermanas –la Pedro Laín Entralgo y la Miguel Delibes– demuestran estar más pendientes de la actualidad editorial y de adquirir títulos de narrativa o ensayo mientras todavía se exponen en la mesa de novedades de las librerías o poco después de que la reseña de los mismos haya aparecido en los principales suplementos literarios de la prensa.

Pero no es la primera vez que surgen encontronazos entre los trabajadores y la dirección de la biblioteca. En abril pasado, los empleados difundieron un comunicado denunciando la falta de personal, las dificultades para realizar actividades culturales o la falta de equipamiento del edificio.

Denunciaban que "en los últimos años se han hecho efectivas varias jubilaciones, pero no se han cubierto las plazas que han quedado vacantes, situación que se va a ver agravada con la próxima jubilación de otros compañeros, a lo que se suma la falta de sustitución del personal laboral en caso de baja (las bajas de los funcionarios no se han sustituido nunca)".

También denunciaban la demora en los presupuestos: “Las partidas presupuestarias destinadas a la adquisición de libros y otros formatos (revistas, DVDs, etc.) y a la programación de actividades culturales se retrasan siempre a principios de año de manera que no es posible la prestación de servicios básicos que exigen una continuidad".