Parece que el deseo de apuntarse un tanto político pudo más que la conveniencia estratégica de preservar la buena sintonía de la Junta con los sindicatos.

Aunque proclamaba que el sistema no estaba “colapsado”, el consejero de Presidencia y portavoz de la Junta, Elías Bendodo, hacía este martes un llamamiento al millar largo de liberados sindicales del Servicio Andaluz de Salud para que “arrimen el hombro” ante el coronavirus reincorporándose a sus puestos de trabajo. El Gobierno andaluz “va a facilitar el camino para que lo hagan voluntariamente”, añadió.

Precisamente hoy el Consejo de Gobierno dará luz verde a la orden de la Consejería de la Presidencia que regula "la reincorporación de personal con dispensa absoluta por la realización de funciones sindicales para desempeñar funciones asistenciales relacionadas con la atención al coronavirus".

Los ofrecimientos

Lo que silenció Bendodo, y reveló ayer la secretaria general de UGT Andalucía, Carmen Castilla, es que este sindicato le envió días atrás a la Consejería de Salud una carta ofreciendo esa reincorporación anunciada por el portavoz como iniciativa propia y con el mensaje subliminal de que los liberados sindicales no estarían 'arrimando el hombro' como debieran.

"Parece que no ha leído la carta que el 12 de marzo le hicimos llegar a la Consejería en la que UGT se puso a disposición de la Administración para colaborar e incorporarse a sus plantillas si fuera necesario", dijo ayer Castilla muy enfadada.

Casi tanto como lo estaba Nuria López, la “extrañada” líder andaluza de CCOO, que también le recordó a Bendodo los “varios ofrecimientos” (el último de ellos el sábado pasado) para que los liberados sindicales pudieran incorporarse a su destino profesional si era necesario.

López, para quien mantener la actividad sindical esencial es "extremadamente beneficiosa en estos momentos", recalcó que "los representantes sindicales de la FSS-CCOO Andalucía vienen arrimando el hombro en esta crisis desde que comenzó y estamos presentes en todos los centros sanitarios, sin escondernos y también bajo riesgo de contagio propio, pues ya tenemos casos confirmados y otros en cuarentena por sospecha fundada de coronavirus".

La indignación mostrada ayer por las líderes de UGT y CCOO contrasta con la indulgencia expresada hoy por el secretario general del Sindicato de Enfermería SATSE, José Sánchez Gómez, quien en una entrevista esta mañana en Canal Sur Radio opinaba que el llamamiento de Bendodo a los liberados sindicales era "una cuestión política" y prefería no entrar en ella. 

"Escudado tras una pantalla"

UGT Andalucía explicitaba oficialmente su enfado publicando en su página web un duro comunicado contra el consejero de Presidencia y hombre fuerte del Gobierno andaluz. En su primer párrafo dice, por ejemplo, esto:

“Nos parece deleznable que después de esas declaraciones, muy demagógicas por cierto, no se haya contado a la opinión pública esta realidad [la carta del 12 de marzo y que muchos liberados habían vuelto ya a sus puestos] y nos entristece enormemente que nuestra tierra esté capitaneada por un Ejecutivo que no cree en la libertad sindical”.

“No queremos –subraya el sindicato– pensar que estas declaraciones sean fruto de su afán por neutralizar la acción sindical, para evitar que sigamos estando vigilantes con las decisiones políticas que afectan a las ciudadanía, para que no sigamos denunciando cuando las empresas no cumplen con las medidas de protección y seguridad, cuando denunciamos que nuestro sanitarios no tienen Epis o que las trabajadoras de la dependencia atienden a sus usuarios sin ningún tipo de medidas de protección (…) A lo mejor lo que quieren es tapar las vergüenzas de no ser capaces de proteger a nuestros profesionales que están sin medios de protección, protegiéndose con plásticos, cartones, mascarillas de papel y un largo etc. mientras nuestros  gestores y políticos lanzan mensajes para distraer a la población. Es muy fácil escudarse detrás de una pantalla de TV  e intentar dejar mal a los que denunciamos estas tropelías”.