Los excesos propagandísticos del Gobierno andaluz parecen estar teniendo un cierto efecto bumerán que ayer explicitó en el Parlamento el diputado y exvicepresidente de la Junta Manuel Jiménez Barrios.

Tras la intervención del consejero de Salud, Jesús Aguirre, que hizo, como cabía esperar, un balance altamente positivo de la gestión de su departamento durante la crisis del coronavirus, el portavoz adjunto del Grupo Socialista, Manuel Jiménez Barrios, afeó al Gobierno andaluz su obsesión con la propaganda a propósito del respirador ideado desde la Universidad de Málaga y cuyo diseño llegó a atribuirse sin pudor la Consejería de Salud.

“Todavía ­–clamó Jiménez Barrios– no hay ningún respirador puesto, aún no han acabado de poner el último tornillo y ustedes ya lo han presentado ¡32 veces!, por eso algunos de quienes han participado en el proyecto están escandalizados”.

El diputado socialista exigió al Ejecutivo de Moreno Bonilla que abandone su “axioma infantil todo lo malo viene del Gobierno de España y todo lo bueno, de la Junta” y su “prepotencia generalizada sobre lo bien que funciona todo en Andalucía” y deje de gastar dinero público “en propaganda y autobombo con publicidad institucional pagada”.

Jiménez Barrios reprochó también al consejero de Sanidad que haya asegurado que en la comunidad “somos autosuficientes” en el abastecimiento de material de protección mientras hay profesionales sanitarios que públicamente siguen alertando sobre la falta de seguridad en su trabajo.