El bloqueo de la investidura de Susana Díaz en el Parlamento de Andalucía empieza a pasar factura a todos los partidos, tanto para formar nuevos gobiernos de progreso en los ayuntamientos como para facilitar la continuidad de los candidatos que han logrado ser los más votados, sobre todo de los que lo han sido a considerable distancia del segundo.Según ese escenario, ahora se está volviendo contra el PP su negativa a facilitar la investidura de Susana Díaz con su abstención, ya que en ciudades donde, al igual que ocurre con Díaz en el Parlamento andaluz, sus alcaldes han sido los más votados con diferencia, ahora los dirigentes del PP no tienen fuerza moral ni política para esgrimir el argumento de dejar gobernar a la lista más votada.El argumento también vale para el Partido Socialista, aunque este siempre ha esgrimido que en Andalucía la única opción de gobierno era Díaz al no existir candidato alternativo, al contrario de lo que sucede en muchos ayuntamientos tras el 24-M.INESPERADAS EXTRAVAGANCIASA todo ello se suman inesperadas extravagancias que ponen más palos en la rueda de la gobernabilidad, como en Granada, donde el candidato de Ciudadanos, Luis Salvador, ha tenido la ocurrencia de exigir que el actual alcalde de Granada, José Torres Hurtado, no sea candidato a la reelección, aunque sí pueda serlo otro miembro de la lista del PP; o como en Córdoba, donde el alcalde popular José Antonio Nieto ha propuesto que lo dejen seguir siéndolo hasta diciembre para concluir algunos proyectos pendientes y al término de ese plazo le pongan una moción de censura.El fantasma del bloqueo de la investidura andaluza hacía ayer su aparición estelar en la rueda de prensa del número dos del PSOE andaluz, Juan Cornejo, con estos ropajes: “¿Por qué lo que vale para Madrid y Barcelona no vale para Andalucía?”. Fue la respuesta en forma de pregunta que dio Cornejo cuando se le interrogó por la exigencia de Podemos de que la Junta cancele las cuentas con los bancos que desahucien a familias sin alternativa habitacional.SOBRE DESAHUCIOSEl hombre de confianza de Susana Díaz en el partido recordó que la lucha contra los desahucios es “bandera de algunos partidos” como Podemos, pero en esa materia se están viendo "propuestas de gobierno en dos grandes ciudades como Madrid y Barcelona que son menos avanzadas que las propuestas de Susana Díaz en el Parlamento andaluz, ¿no vale para ese partido en Andalucía lo que sí vale en Madrid o Barcelona?”.Cornejo dijo que el PSOE le había hecho a Podemos, durante las negociaciones de investidura, una propuesta para frenar los desahucios consistente en que la Junta adquiriera las viviendas objeto de desahucio, estableciendo un alquiler social a las familias afectadas.El mensaje de la dirección del PSOE-A al líder nacional de Podemos fue este: "Pablo, en Andalucía, así no", en relación con la actitud que está manteniendo esa formación tanto de cara a la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta como a la configuración de los nuevos ayuntamientos. Iglesias se había quejado el día anterior de la posible intención de PP y PSOE de impedir que su formación se haga con la alcaldía de Cádiz, advirtiendo: "Así no, Pedro; así no, Susana", en referencia a Pedro Sánchez y a Susana Díaz.EL CASO DE CÁDIZEn cuanto al Ayuntamiento de Cádiz --donde el PP-A ha sido la fuerza más votada, pero sin obtener mayoría absoluta, y Podemos ha sido el segundo partido con más votos-- Juan Cornejo quiso dejar claro que si el PSOE "se encuentra cómodo con un proyecto, no de pacto, para facilitar una alcaldía porque las propuestas son asumibles", lo hará, si no, "se vota a sí mismo". Esta última posibilidad supondría dejar la alcaldía en manos de la lista más votada, esto es, el PP.De la intervención de Cornejo ayer parece desprenderse que se agrandan las diferencias entre Podemos y el PSOE para alcanzar acuerdos. ¿Significa eso que el PSOE se aproxima al PP? No puede descartarse. Desde luego, es lo que deseaba la dirección andaluza de Podemos de cara a la investidura de Díaz: que 'los partidos de la casta' pactaran. Ahora, ese deseo tiene una contraindicación grave: que si el PSOE se acerca al PP, Podemos puede quedarse sin la alcaldía de Cádiz.