El Ejecutivo central que preside el socialista Pedro Sánchez es un Gobierno amigo, pero su homólogo andaluz, también socialista, no se fía del todo. Susana Díaz y su equipo tienen claro que hay determinadas líneas rojas que no están dispuestos a permitir que sean cruzadas: una de ellas es la caja única de la Seguridad Social.

Apenas 24 horas después de que el lehendakari Íñigo Urkullu se reuniera en la Moncloa con Pedro Sánchez y le planteara, junto al acercamiento de los presos etarras a las cárceles vascas, la vieja reivindicación de Vitoria de gestionar la Seguridad Social, el consejero andaluz de Hacienda, Antonio Ramírez de Arellano, se ocupaba de fijar sin paños calientes la posición del Gobierno andaluz: “No compartimos esa petición, que no debe ser atendida por inconstitucional: la Seguridad Social es una garantía de igualdad de oportunidades”.

Gestionar, no controlar

Ciertamente, Sánchez no se comprometió de modo explícito a ceder a la pretensión de Urkullu, pero cronistas políticos de la prensa de Madrid que suelen manejar buena información escribían titulares que han hecho saltar las alarmas en el Palacio de San Telmo. “Pedro Sánchez se plantea ceder a Urkullu el acercamiento de los presos de ETA y la gestión de la Seguridad Social”, titulaba, por ejemplo, Luis Ángel Sánchez en el diario El Mundo.

El Gobierno andaluz tampoco se fía de las matizaciones del lehendakari sobre el contenido real de su petición. No se trata de traspasar la Seguridad Social, sino únicamente su gestión económica según está previsto en el perfectamente constitucional Estatuto de Gernika, aclaraba Urkullu. De acuerdo: pero el gobierno andaluz sigue sin fiarse.

Lo ha dicho el TC

El consejero Arellano recordaba también que el Tribunal Constitucional ha dejado bien clara su doctrina al respecto en diferentes pronunciamientos: la unidad de caja de la Seguridad Social es un principio constitucional intocable y forma parte de las competencias del Estado.

Para el titular de Hacienda lo verdaderamente urgente es garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones que el anterior Gobierno dejó en situación de “cuasi quiebra”.

Mal momento

Aunque entre los socialistas el debate sobre la unidad de caja de la Seguridad Social siempre ha levantado suspicacias, en esta ocasión se ha colado en la agenda política en un momento complicado, después de que el presidente del Gobierno dijera que en esta legislatura no iba a negociarse el nuevo sistema de financiación autonómica, pese a ser una de las prioridades de su ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuando era titular de este departamento en el Gobierno de Susana Díaz.

El número dos del PSOE andaluz, Juan Cornejo, volvió a recordarlo ayer: no se cambiará "ni una coma" del acuerdo de financiación autonómica que salió del Parlamento andaluz, que el Gobierno andaluz llevará a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera y que Susana Díaz defenderá donde "haga falta".