Para este viernes hay previstas comparecencias públicas del presidente de la Junta, el consejero de Presidencia, el consejero de Educación, las consejeras de Igualdad y Fomento, la número dos del PP andaluz, la portavoz de Educación del PSOE y la portavoz adjunta de Adelante Andalucía. Si se ponen a tiro de los periodistas, serán preguntados por la implantación del ‘pin parental’ en el sistema educativo andaluz.

No sucederá lo mismo con Vox, que no tiene en su agenda de hoy ninguna comparecencia ante los medios, pese a que todos querrían saber qué tiene que decir el partido ultra sobre la advertencia del Ministerio de Educación de llevar ante los tribunales a las comunidades autónomas que implementen una iniciativa que, para la ministra Isabel Celáa, pretende “socavar el derecho a la educación y censurar la actuación de los centros docentes y su profesorado”.

Murcia, Madrid y Andalucía

Las comunidades advertidas por la ministra son Murcia (cuya Consejería de Educación ya ha enviado una instrucción a los centros obligándolos a comunicar a las familias las actividades complementarias en horario lectivo), Madrid (que ha condicionado su apoyo a los Presupuestos a la implementación del 'pin parental') y Andalucía (que se ha comprometido formalmente a hacerlo).

El acuerdo firmado el pasado 23 de octubre por el Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos con Vox para garantizarse el apoyo ultra a los Presupuestos de 2020, y virtualmente a los de 2021, incluía este punto específicamente referido al ‘pin parental’:

“Se procederá a impulsar la igualdad de oportunidades en el sistema educativo que permita a las familias educar a sus hijos en libertad, sin imposiciones de ningún tipo, mediante el establecimiento de una autorización expresa de las familias para la participación de sus hijos en actividades complementarias, en base a los preceptos consagrados en la Constitución Española".

¿Un consejero reacio?

Pese a lo inequívoco del compromiso, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda (Cs), no demostró ayer tener muchas prisas en su implementación. Preguntado por los periodistas, se mostró más bien huidizo, limitándose a recordar que su desarrollo está “todavía en una fase embrionaria que tenemos que valorar". Y añadió: "Lo tenemos que analizar, porque lo que no se puede es contradecir con la ley, y todo tiene que estar dentro del marco normativo".

El consejero ya había apuntado semanas atrás que no veía con malos ojos el ‘pin parental’, pero siempre, puntualizaba, que no interfiriera en los contenidos curriculares.

El Ministerio de Educación, en cambio, ha dicho claramente que la pretensión de Vox afecta de lleno a esos contenidos curriculares, pues así están consideradas las actividades complementarias de los centros, distintas de las llamadas actividades extraescolares. De hecho, el compromiso firmado con Vox en Andalucía habla de las primeras, no de las segundas.

Desde la izquierda, Partido Socialista y Adelante Andalucía lo tienen claro. Ambos se mostraron ayer absolutamente contrarios a una medida que para el portavoz de Educación de Adelante, Ignacio García, “deja a nuestros niños en manos de Vox a cambio de la aprobación de unos Presupuestos” y para la secretaria general del PSOE, Susana Díaz, da carta blanca a la ultraderecha para “vetar, perseguir y señalar a quienes educan en igualdad”.

Vox es quien decide

En todo caso, lo que hoy por hoy es una realidad en Murcia y parece a punto de serlo en Madrid, no se ha hecho efectivo en Andalucía mediante ninguna instrucción u orden interna de la consejería a los centros.

Será Vox quien en última instancia decida cuándo obliga a la Consejería de Educación a materializar lo firmado en octubre, aunque, tras las advertencias del Gobierno de España, está por ver cómo esquiva el Gobierno andaluz las severas contraindicaciones legales y constitucionales del ‘pin parental’ que tanto preocupan al consejero Imbroda.

Hasta ahora, Vox no ha puesto en ningún apuro político serio al Gobierno de Juanma Moreno, que a su vez ha venido mostrándose bastante dócil con las exigencias doctrinales de la ultraderecha. ¿Será el 'pin parental' su primer encontronazo?

Dado que al PP y a Vox les está yendo bien en las encuestas, es verosímil que ni uno ni otro estén muy interesados en meter una marcha más a la implementación de los compromisos que estimen menos rentables electoralmente. A Cs, en cambio, no puede irle peor en los sondeos: la mansedumbre mostrada hasta ahora por los naranjas con Vox tal vez no sea tan buena idea como creyeron en un principio.