No hay confirmación oficial desde el Ayuntamiento de Sevilla, pero sí declaraciones a prensa y entidades por parte del nuevo alcalde hispalense, el popular José Luis Sanz: no habrá Plan Respira en Sevilla. Se trataba del nuevo diseño de movilidad para Casco Histórico y Triana que el anterior gobierno socialista había puesto en marcha. El paso atrás recuerda al desmantelamiento de carriles bici o peatonalizaciones de otras ciudades españolas.

El Plan Respira venía a regular los accesos en coche al centro de Sevilla. Contaba con una inversión millonaria en infraestructura que desde hace más de un año está en proceso de instalación y prueba. El Respira pasaba por ser uno de los proyectos más ambiciosos del anterior gobierno: gestionar el casco histórico más grande de Europa con el mejor sistema de gestión inteligente.

Estaba previsto que en enero de 2024 comenzara a operar tras una campaña de información y consenso con la ciudadanía que debía de definir las nuevas reglas para transitar en Sevilla. La intención era favorecer a los residentes y al transporte sostenible, dando prioridad en las zonas afectadas al peatón y a la movilidad alternativa.

El Plan no se limitaba a prohibir la entrada en una determinada zona de la ciudad, la más tensionada por el tráfico, sino que creaba un catálogo de usos del espacio público. El Ayuntamiento ya tenía contratada la elaboración de una App que registraría a residentes, comerciantes, servicios eventuales, turistas con reservas o invitados… el catálogo era extensísimos, ni siquiera dejaba fuera de juego el coche del abuelo que ocasionalmente tiene que ir al colegio de la zona afectada a recoger a su nieto porque se ha puesto malo. Desde el equipo del Respira explican que “no se trataba de restringir, sino de regular”.

Deshacer lo avanzado en Agenda2030

Sin embargo, ya durante la campaña electoral, Sanz advirtió que metería el Plan Respira en un cajón porque consolidaba al centro de Sevilla como un “parque temático” que expulsaba al comercio tradicional y a los vecinos. Desde el equipo del alcalde popular explican que no se puede empezar la casa por el tejado, antes que el sistema de gestión inteligente con cámaras integradas hay que crear aparcamientos y mejorar el transporte público.

Tampoco hay respuesta sobre qué pasará con el contrato de más de 2,2 millones ya firmado para llevar a cabo una enorme instalación de cámaras de última generación con sistema deep learning y redes de fibra que transmiten y, por primera vez, anticipan lo que sucederá en las calles de Sevilla.

Desde el Ayuntamiento aclaran que las 65 cámaras instaladas y conectadas se destinarán a seguridad, no a regular el tráfico. Pero la seguridad ya iba incluida en el paquete, ya que el Respira conectaba con la DGT y, si era necesario, con las demandas policiales. Sevilla ha instalado una tecnología vanguardista del siglo XXI para un servicio de portal de vecinos del siglo XX.

En este contexto, desde Ecologistas en Acción piden al PP que revise su postura, "mientras otras ciudades adoptan medidas para reducir el tráfico, el Ayuntamiento de Sevilla propone políticas de movilidad obsoletas, estancadas en el siglo pasado, promoviendo el uso del vehículo privado", dicen desde EeA.

La mala calidad del aire de Sevilla es un hecho alarmante para los ambientalistas, “la única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado”, explica la entidad, que certifica la degradación de la calidad del aire en el último año: nueve de cada diez sevillanos respiran un aire que incumple los nuevos estándares europeos.

El aire que respiramos no es una cuestión abstracta, sino que impacta directamente en la salud ciudadana, la Agencia Europea de Medio Ambiente, advierte de que 25.000 personas mueren prematuramente en España por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire.

Por otro lado, el retroceso de Sanz en movilidad tampoco ha sentado bien a un sector de los comerciantes que se iban a beneficiar de la nueva regulación.

Olvidar el Plan Respira “no me parece oportuno”, advierte el presidente de la patronal de comerciantes de Sevilla (Aprocom), Tomás González.

"Comprendo que, si el Plan Respira está hecho por otro partido político, se llegue y se diga 'no, nosotros lo vamos a hacer de otra forma'; pero creo que estamos hablando de dinero público y muchas horas, mucho trabajo y muchas reuniones como para enterrarlo en un cajón", argumenta el comerciante que propone un rediseño del Plan en lugar de una cancelación.

Sevilla viene viviendo una dinámica pendular que la posiciona en vanguardia sostenible o en retroceso en función de quién porte el bastón de mando en la Plaza Nueva. La capital de Andalucía se convirtió en referencia sostenible durante la alcaldía de Alfredo Sánchez Monteseirín gracias a la revolución del pedal con la extensión de sus carriles bici y el Plan Centro, una versión primigenia y menos ambiciosa del Plan Respira… Pero todo quedó en inmovilismo con la llegada de Juan Ignacio Zoido.

Ahora, la historia cíclica se repite con el Plan Respira de Juan Espadas y Antonio Muñoz que José Luis Sanz deja en standby. El Respira era un compromiso del PSOE con Podemos–IU que trataba de mejorar la habitabilidad y la calidad del aire en zonas que, por sus características, hacían de la convivencia entre peatones y coches un reto. Para ello se desalentaba el uso del coche y la búsqueda de aparcamientos, se reorganizaba la carga y descarga y se creaban áreas peatonales frecuentadas solo por los vehículos autorizados. Ahora, el coche volverá a campar a sus anchas.