“No le debemos nada a nadie en Madrid, somos autónomos y, como grupo parlamentario y fuerza política, actuamos de manera autónoma".

“No estamos atados de modo alguno a las cuestiones que se decidan en Madrid. No tenemos ninguna referencia en el Gobierno central”.

"Somos un proyecto autónomo. Para nosotros lo fundamental es la representación del pueblo andaluz".

Estas son algunas de las frases que dejó ayer ante los micrófonos de Canal Sur Radio la portavoz adjunta del grupo parlamentario de Adelante Andalucía y miembro de Anticapitalistas, Ángela Aguilera, que no hablaba en nombre de esta última formación, sino en el de todas las que integran Adelante.

Ninguna de esas frases, sin embargo, habría sido seguramente pronunciada por los máximos dirigentes de Izquierda Unida o Podemos Andalucía, las dos principales formaciones que configuran la confluencia.

Ni el líder de IU Toni Valero, ni la coordinadora regional de Podemos Martina Velarde –que sustituyó en el cargo a Teresa Rodríguez– ni el secretario general del PCA Ernesto Alba se habrían referido nunca con tal desapego al Gobierno de España del que morados y comunistas forman parte.

Tampoco es probable que la también portavoz parlamentaria de Adelante Inmaculada Nieto, adscrita de Izquierda Unida, hubiera mencionado el Gobierno central como si no se sentara en él el coordinador general de IU Alberto Garzón, que ostenta la carte de Consumo.

En sus declaraciones a la radio pública, Aguilera, diputada del círculo de confianza de la líder ‘anticapi’  Teresa Rodríguez, no se tomó apenas molestias en ocultar su nula empatía con el Gobierno de España. Para Rodríguez y los suyos, Unidas Podemos nunca debió compartir Consejo de Ministros con un partido como el PSOE, que ellos consideran más próximo al PP que a la formación morada.

Puntos de vista tan dispares sobre un asunto de tanta trascendencia no auguran un curso político tranquilo al grupo parlamentario, de cuyos 17 diputados 11 o 12 son leales a Teresa Rodríguez y Anticapitalistas aunque lograron su acta por militar en Podemos, mientras que la minoría restante permanece fiel a IU.

Las pugnas internas en el seno de Adelante no son simplemente ideológicas o estratégicas. También son orgánicas y pueden acabar siendo judiciales, pues no cabe descartar que llegue a los tribunales la discrepancia sobre la propiedad registral de la marca Adelante, en manos de Rodríguez, pero de forma ilegítima según IU y Podemos.