La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha atendido a El Cascabel de TRECE para valorar el resultado de las elecciones en Castilla y León. La exlideresa señala que Mañueco tendrá difícil gobernar en solitario, además de la presión añadida por Génova para mantener la "equidistancia" de la extrema derecha y la extrema izquierda. Lo que Aguirre sí tiene claro es que ella "no buscaría la abstención del PSOE". 

Aguirre manifestó su alergia a los cordones sanitarios. "No creo en ellos", declaró la expresidenta regional, al tiempo que indicaba que el PP ya sufrió uno con Maragall en Cataluña. Aseguró que disiente en "varias cosas" con Vox, pero admite estar de acuerdo en muchas otras y son estas las "más importantes". 

No obstante, con quien Aguirre sí discrepa en todas es con "los comunistas", pues considera que "no respetan la Constitución ni las libertades ni la propiedad privada". "Estoy contra de los comunistas, no se parecen en nada a mis discrepancias con Vox", apostilló en El Cascabel

Por otro lado, entrando de lleno en el análisis de resultados electorales, Aguirre deslizó que Mañueco tiene muy complicado formar Gobierno en solitario y recalcó que es el propio Mañueco el que debe decidir quién o quiénes serán sus compañeros de viaje. "No va a seguir lo que diga Génova, tiene toda la autonomía para decidir sobre Castilla y León", subrayó. 

La exdirigente madrileña recordó que el Partido Popular, pese a todo, ha ganado las elecciones después de salir derrotado en 2019. En cambio, el PSOE "ha perdido siete escaños y muchos votos". En este sentido, Aguirre se muestra en conta de buscar la abstención de los socialistas porque existen "otras opciones". 

"Mañueco ha dicho que va a dialogar con todos y es verdad. Tiene que hablar y hay que dejar al presidente en funciones que tenga todas las conversaciones programáticas para ver con quién se pone de acuerdo. García-Gallardo ha dicho que quiere derogar las leyes ideológicas de Zapatero y me parece estupendo que lo haga", destacó la exlideresa. 

Por estos pensamientos, Aguirre afeó a Casado su distanciamiento con Vox, aunque asegura sentirse una "entusiasta" del dirigente del Partido Popular. "Veo un disparate repetir elecciones", concluyó la expresidenta de la Comunidad de Madrid, quien no considera acertado decir que "estamos igual de distantes de Pablo Iglesias que de Santiago Abascal".