Así dan ganas de no leer, de verdad. De no ir a la escuela y pasar de aprender nada. Porque si resulta que nos han machacado con un dato, nos ha constado Dios y ayuda aprenderlo y cuando por fin lo sabemos y somos capaces de recitarlo, resulta que puede no ser cierto. Ahora resulta que eso de que los homo sapiens llegaron a América hace unos 16.000 años nada de nada.

Los neandertales llegaron primero

Al parecer de hecho, no fueron ni los sapiens los primeros en llegar al gran continente. Resulta que fueron neandertales, o quizá denisovanos, esa otra especie humana medio olvidada pero que por aquí anduvo. Y, agárrense, resulta que llegaron a América hace unos 130.000 años. Vamos, que le disparidad de fechas es de unos días. Más de 100.000 años nada menos. La evidencia, o la menos, la prueba que ha levantado las sospechas, son unos huesos de mamut encontrados en 1990 durante la construcción de una carretera. Los huesos llevaban un par de décadas durmiendo el sueño de los justos en un cajón. Hasta que un grupo de investigadores de Investigación de la América Paleolítica en Dakota del Sur los encontró. Analizándolos han detectado fracturas en espiral en los huesos.

Carroñeros-recolectores

Estas fracturas en espiral son clave. Pueden parecer cualquier cosa, pero es uno de los rastros humanos más antiguos. Lo de cazadores-recolectores es una definición romántica y audaz. En realidad debería decirse que los antiguos humanos eran más bien carroñeros-recolectores. Antes de crear una tecnología adecuada, los humanos debían esperar a que todos los demás animales más poderosos hubieran dado buena cuenta de las presas. Entonces, lo único que quedaban eran los huesos. Durante milenios, los humanos se alimentaron del tuétano de los huesos. Así que con semejante evidencia de manipulación humana solo quedaba datar los huesos. Y sorpresa. La prueba de isótopo de uranio y torio dice que el hueso tiene 131.000 años. Hale, todos como locos.

Registro fósil enterrado

La sospecha sobre neandertales o denisovanos viene porque sí se han detectado poblaciones de ambas especies humanas en Siberia en aquella época. Además, los geólogos aseguran que en esa era, el nivel de las aguas era bajo. Quizá lo suficiente para que se estableciera un puente entre Asia y América. Obviamente esta aseveración sobre la entrada de humanos en América mucho antes de lo pensado ha de ponerse en cuarentena. Según los mismo investigadores, en el continente el registro fósil ha sido muy poco estudiado y mucho menos excavado. Así que quizá sea mejor esperar para cambiar los libros de texto. Y tirar los antiguos a la basura.