Que el impacto de un gran meteorito hace 66 millones de años fue lo que acabó con los dinosaurios parece ya fuera de toda duda. Pero se trata de una explicación muy reciente, de apenas 20 años. Y como teoría joven está sujeta a precisiones, a nuevos datos que permiten conocer el suceso con más detalle.

Sulfuros y CO2

Porque realmente no se conoce con exactitud cómo se desarrollaron los acontecimientos después del impacto de aquella roca de 10 kilómetros en el golfo de México. Ahora, un nuevo análisis trata de arrojar más datos sobre los fenómenos desencadenados por el impacto. En concreto, parece que la caída del asteroide lanzó a la atmósfera tres veces más sulfuros y otros gases de efecto invernadero de lo que se pensaba hasta el momento. Es lo que ha revelado el estudio realizado los científicos del Instituto de Ciencia Planetaria de Tucson, Arizona, en Estados Unidos. El impacto de Chicxulub, como aquel suceso catastrófico lanzó a la atmósfera unas 325.000 toneladas de sulfuros y 425.000 toneladas de dióxido de carbono. Todo en unos pocos segundos.

Todo fue muy rápido

La relativamente pequeña cantidad de CO2 podría haber contribuido a un calentamiento global de largo recorrido. Pero lo más importante es que la enorme cantidad de sulfuros en suspensión en la atmósfera habrían bloqueado los rayos solares mucho más rápido de lo que se creía. El resultado es que el invierno nuclear que vino tras la caída del asteroide fue mucho más súbito y rápido de lo que pensado. Esto puede ayudar a explicar porqué la extinción de animales y plantas fue tan radical. No es que no tuvieran tiempo a adaptarse, es que apenas tuvieron tiempo ni de reacción. Para llegar a esta conclusión, los expertos han tenido en cuenta diversos factores. El tamaño de la roca, la composición del lecho marino en el que impactó, el ángulo y la velocidad de la caída. Así han podido revisarse datos que se han dado por válidos durante dos décadas.