Este 8 de septiembre se celebra el Día de Asturias, que coincide con el Día de Extremadura. Y, al igual que ocurre en la región meridional, hay un movimiento crítico con que la fiesta de la Comunidad esté vinculada con una virgen, en este caso la virgen de Covadonga.

La fiesta asturiana se celebra el 8 de septiembre, coincidiendo con la festividad cristiana de Covadonga, la virgen que, según la leyenda, dio fuerzas a Don Pelayo para luchar contra los árabes que en la época visigoda habían invadido la Península Ibérica. A la virgen se le atribuye el mérito de haber ayudado a los cristianos en la Batalla de Covadonga, del año 722, que frenó la invasión musulmana y se fija como pistoletazo de salida de la Reconquista.

A pesar de tener un santuario monumental como el de Covadonga, en un marco paisajístico envidiable, el día de Asturias no se celebra en las montañas de Cangas de Onís, sino que cada año el Principado elige a una ciudad diferente. En este caso, se celebra en Llanera y en las instalaciones de La Morgal, con el programa habitual: feria de productos artesanos, degustación de sidra, deportes y juegos tradicionales, mercado tradicional, desfile de bandas de gaitas…

Sin embargo, hay quien reclama que el Día de Asturias tenga un jaez más laico y apuestan por el día 25 de mayo, fecha en que se celebra que, en el año 1808, Oviedo se levantó contra la invasión napoleónica. Así lo reclamó este año el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos (IU), en conmemoración del día que la Junta General del Principado se proclamó soberana y declaró la guerra a Francia.

"Este día representa todos los valores de una sociedad democrática, y creo que reconciliaría a los asturianos con un hecho histórico muy importante", señaló Sánchez Ramos, quien, eso sí, apostaba por respetar el 8 de septiembre como día festivo por su importancia para los creyentes, pero sin que suponga la fiesta identitaria del Principado. De hecho, en abril, Asturias Laica presentó un proyecto al tripartito que gobierna Asturias para reclamar el mismo cambio de fechas.

La noche del 24 de mayo, decenas de hogueras iluminaron el cielo ovetense. A la mañana siguiente, miles de asturianos respondieron al llamado, invadiendo la fábrica de Armas de Oviedo y entraron en la capital, tomaron la Audiencia y formaron una Junta Suprema que se proclamó soberana y declaró la guerra a Francia, frente a la Junta General anterior que se había plegado a Napoleón.

Formaron un ejército de 30.000 hombres, enviaron embajadores a Gran Bretaña y todos sus componentes juraron que “el poder, todo el poder, reside y procede del pueblo”. Era la primera vez, en Asturias y en toda España, que se reconocía la soberanía popular, uno de los pilares de la democracia moderna.

*Imagen de Nacho, publicada en Flickr