No parece que Mariano Rajoy vaya a tener la fiesta en paz en el Congreso del PP, en febrero, teniendo en cuenta que hay un sector del partido que ha hecho evidente su malestar por la acumulación de cargos que afecta directamente a María Dolores de Cospedal. Entre los que parecen dispuestos a dar la batalla está uno de los hombres de Aguirre, el portavoz del Grupo popular en el Ayuntamiento, Íñigo Henríquez de Luna, que ya ha anunciado que formalizará enmiendas a la ponencia que se discutirá en el cónclave popular, que –por cierto- obvia este asunto.

Las enmiendas
Lasenmiendas que promoverá Henríquez de Luna pretenden que se discuta sobre la incompatibilidad entre cargos del partido y del Gobierno, y, también, sobre la limitación de mandatos a ochos años, la reforma de la Ley Electoral y la realización de primarias, para que el presidente del PP sea elegido por los militantes.

Esto último afecta directamente a Mariano Rajoy. La ponencia que ha anunciado el PP mantiene que el presidente del partido sea elegido en primera votación por los afiliados, pero en segunda vuelta por los compromisarios; además, evita el tema de la compatibilidad de cargos.

Los estatutos del PP... y la realidad

Los vigentes estatutos del PP ya tienen un régimen de incompatibilidad de cargos y establecen que no podrá desempeñarse “más de un cargo territorial de presidente o secretario general en el partido, ni acumular a este más de un cargo de representación institucional, local, autonómica o nacional”. Además, dictan que “la condición de diputado al Congreso o del Parlamento Europeo es incompatible con el desempeño de cargos de presidente o secretario general insular, provincial o autonómico del partido y con los de alcalde, presidente de diputación provincial, consell o cabildo insular”.  La realidad, sin embargo, es que los estatutos se incumplen.

Rajoy no se pronuncia
El debate de las incompatibilidades afecta directamente a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien es, además, presidenta del PP en Castilla-La Mancha y ministra de Defensa. Un puesto, este último, que requiere neutralidad institucional. Mariano Rajoy no ha querido pronunciarse al respecto y se ha limitado a decir que ya se dirá "en su momento". La afectada, cuando se le ha preguntado, ha respondido con cierta prepotencia: “No os vais a librar de mí”.

Número dos de Aguirre

En medio del debate en el partido sobre las incompatibilidades, se sitúa en el tablero el hombre de Aguirre, Íñigo Henríquez de Luna, quien fue su número dos en la lista de las pasadas elecciones municipales, y, además, su responsable de campaña.

Henríquez de Luna no se conforma con poner en la diana a la secretaria general y cuestiona la forma de elegir al presidente del PP, aunque no es la primera vez. El hombre de confianza de Aguirre ya lo planteó en el convulso Congreso de Valencia en 2008, aquel en el que Rajoy estuvo a punto de ver sus ‘barbas pelar’ cuando la lideresa intentó disputarle el control del partido. La idea de las primarias la defendió después en el cónclave de Sevilla, en 2012; también sin éxito.


¿Quién es Henríquez de Luna?
Portavoz municipal de Madrid y senador, tiene, como Aguirre de cierta manera, sangre azul. Es hijo de la marquesa de Villablanca, María del Pilar Losada y Peñalva. Como muchos otros cargos populares, se vio salpicado por los sobresueldos cobrados por los diputados del PP en la Asamblea de Madrid, en su anterior etapa como parlamentario. Fue, además, imputado en el marco del caso Guateque, por la concesión irregular de licencias por parte del ayuntamiento de Madrid.

Henríquez de Luna negó los sobresueldos, en un principio, pero al ser elegido senador y tener que hacer pública su declaración de bienes y rentas admitió haber cobrado 31.556 euros del PP por supuestas “colaboraciones”.  Una cifra que se añadía a los casi 60.000 euros que cobraba como diputado de la Asamblea.