Más cerca que nunca. Así han estado los periodistas y medios gráficos que esperaban a la salida de los diputados en el patio del Congreso, entre el edificio de oficinas y el palacio donde se encuentra el Hemiciclo.

La tarde empezaba pronto con la reunión del grupo socialista, en la que el propio Antonio Hernando, pedía a sus compañeros que acatasen la disciplina de partido y se abstengan el sábado en la segunda votación.

A las puertas del Congreso, curiosos y un gran despliegue de medios de comunicación esperaba la llegada del protagonista ¿Mariano Rajoy? No, el ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, al que todo el mundo buscaba pero que, cuando parecía que estaba a punto de llegar, ha entrado sin avisar por el garaje.

La hora del discurso del candidato del PP se acerca y los invitados, muchos presidentes y expresidentes regionales del partido conservador, han ido entrando al hemiciclo ante la mirada pasiva de los medios.

La llegada de Mariano Rajoy tampoco ha sido muy relajada, aparcando el coche oficial casi en la puerta, saludando a su portavoz, Rafael Hernando, lanzando una sonrisa y un saludo a las cámaras y entrando en el hemiciclo.

La locura ha llegado cuando Pablo Iglesias ha salido del edificio de oficinas y se ha parado, como si se viese dueño de todo el tiempo del mundo, a atender a los medios con mucha calma y voz baja, a veces casi imperceptible para la última fila del corro de micrófonos y cámaras.

Un escaso minuto después de que Iglesias dejase de hablar, todo el mundo se ha girado de repente otra vez al edificio de oficinas, desde donde Pedro Sánchez hacía su más que breve aparición.

Como un rayo, el ex secretario general ha barrido a los periodistas que le preguntaban, diciendo solamente que venía a “escuchar al candidato Mariano Rajoy”, pero nada acerca de su voto negativo, o no, en la sesión del sábado. Unos cuantos empujones, acreditaciones y micrófonos por los suelos después, la locura ha acabado y el patio del Congreso se ha quedado en silencio para escuchar a Rajoy.


Una salida ‘face to face’

Tras todos escuchar al presidente del Gobierno en funciones, el ambiente en la oposición, especialmente en la que no lo apoyará para ser investido, estaba más caldeado. La salida de muchos de los diputados, como la entrada, ha pasado sin pena ni gloria, incluso la de Mariano Rajoy que tampoco se ha parado a atender a los periodistas y se ha subido en un instante en el coche oficial.

Con la salida del presidente en funciones, los medios han sobrepasado el cordón hecho por la policía y han avanzado hasta casi la puerta del palacio, punto donde las cámaras han intentado ordenarse para atender la salida de Pablo Iglesias, Soraya Sáenz de Santamaría e Iñigo Errejón.

Tras ellos, todo el mundo tenía esperanzas de que apareciese Albert Rivera o Pedro Sánchez, pero tras mucha espera y que ya cayese la luz en Madrid, ha corrido la noticia de que, cuando el líder de Unidos Podemos declaraba ante los medios, el exsecretario del PSOE se ha escabullido por detrás y ha abandonado el Congreso.

Mañana será el turno de réplica del resto de partidos políticos, veremos si en el segundo día de la sesión de investidura Pedro Sánchez y Albert Rivera, cada uno por sus razones, hacen acto de presencia en el patio del Congreso.