Poco por no decir nada, puede extraerse de uno de los grandes premios más insulsos de los últimos tiempos.

A un sábado emocionante donde Ferrari copó la primera línea de salida por primera vez desde hace casi una década, le siguió un domingo tedioso, donde todo quedó decidido en la primera vuelta.

En la salida, un hábil Bottas adelantó a los dos pilotos del Cavallino, y sólo las últimas vueltas con un Vettel desatado, y un leve error del finlandés pusieron emoción a una carrera que se limitó al rodar y rodar de los pilotos. Todo terminó cuando Felipe Massa no estuvo muy hábil al dejarse doblar por el alemán que ya tiraba de DRS para intentar dar la puntilla al equipo de Stuttgart.

También en la primera vuelta vimos el nuevo bochorno de McLaren-Honda, cuando el coche de Alonso fue incapaz de terminar la vuelta de formación. El anuncio de Honda de equipar a Sauber de cara a la próxima temporada es el colofón a un desencuentro total entre constructor y motorista.

En este gran premio, lo único que podemos remarcar es una vez más, el espectáculo dado por el presidente ruso, en su show particular de cada año.

La primera vez que se organizó el gran premio de Rusia, resultó curioso como la realización de televisión de la FOM, cortaba la retransmisión de la carrera para mostrar a los espectadores como llegaba el primer ministro al circuito, como Ecclestone le enseñaba las instalaciones, y por supuesto, como interactuaba con los pilotos instantes antes de salir al pódium. Hechos éstos que no se dan en ninguna otra carrera del año.

Este año ha vuelto a suceder. ¿Alguien duda que el dinero cobrado por la Formula One Management por parte de la organización del Gran Premio incluye estos cortes televisivos para mostrar a su líder?

Y lo más importante: ¿Va a permitir la nueva dirección del campeonato que este tipo de mamarrachadas políticas se sigan sucediendo? ¿Para esto se organizan carreras en países “emergentes”?

En todas las carreras los VIPS amenizan los previos, y se dejan ver en planos de segundo y medio compartiendo box de algún equipo, pero dejar de ver la carrera para mostrarnos la importancia del presidente ruso me parece que sobrepasa la línea de lo que este deporte “debe vender de sí mismo”.

El resumen deportivo deja más líder a Vettel, más fuerte a Ferrari, tocados pero no hundidos a Hamilton y Mercedes, y muy pocas ganas para el piloto asturiano de aparecer frente a su afición en Montmeló en la próxima carrera del calendario.