‘No es no’. No hay marcha atrás posible en la posición del Partido Socialista contraria a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año. La contundencia del Gobierno andaluz y del PSOE de la Comunidad en su rechazo a las cuentas públicas cierra definitivamente la puerta a que el Grupo Socialista ceda al Ejecutivo el voto o los votos que este pudiera necesitar para aprobar la Ley de Presupuestos.

Mirar hacia otro lado

Queda, no obstante, la duda de si, llegado el caso de que el Gobierno tuviera 175 votos y le faltara por tanto solo uno para aprobar la ley, el diputado de Nueva Canarias, integrado en el Grupo Socialista, cambiaría su actual ‘no’ por un sí. Desde luego, no podría hacerlo con el visto bueno de los socialistas andaluces, quienes, dada la agresividad de su rechazo a los PGE, no podrían mirar hacia otro lado ni mostrarse tibios si Pedro Quevedo permitiera con su voto la aprobación de los mismos.

Si ello ocurriera sin que Qeuvedo fuera expulsado del grupo, todos los dedos acusadores culparían a Susana Díaz de haberlo permitido, del mismo modo que la culparon de que el PSOE virara desde el 'no es no' a la investidura de Mariano Rajoy hasta la abstención que hizo posible su designación como presidente.

El ‘medio voto’ canario

Fue el propio Mariano Rajoy quien el pasado fin de semana sembraba la duda sobre la firmeza del ‘no’ de Quevedo al afirmar, medio en broma medio en serio, que contaba con “175 votos y medio”. El portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, se mostró confiado en que Quevedo “haga la misma valoración que nosotros al respecto, ya que compartimos candidatura con Nueva Canarias y lo razonable es que su diputado valore los presupuestos igual que el PSOE”.

En principio, el PP cuenta con el voto favorable Ciudadanos, Coalición Canaria y posiblemente del PNV. Necesitaría un voto más, aunque según Rajoy ya tiene ‘medio’.

Un “maltrato brutal”

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, exigió ayer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que "cuanto antes" dé explicaciones por el "maltrato brutal" a Andalucía que suponen los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017, que contemplan un recorte de la inversión en esta comunidad de un 36,6 por ciento respecto al pasado año al pasar de 1.820,64 millones de euros a 1.156,76.

En la misma línea,  el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, atribuía a "razones estrictamente políticas" el

"agravio" y el "jarro de agua fría" que suponen para Andalucía las inversiones reales del Estado.

Una ”limosna”

Vázquez también veía "surrealista y un ataque caprichoso" la práctica ausencia de inversiones en los presupuestos para el Corredor Mediterráneo que discurre por Andalucía, ya que se consigna una "limosna" de 20 millones para el tramo ferroviario Algeciras-Bobadilla, una obra que necesita 1.300 millones para conectar el principal puerto de España a la red transeuropea de transportes, ha sostenido.

Paralelamente, en las diferentes provincias andaluzas los dirigentes socialistas se movilizaban con declaraciones igualmente muy duras con las cuentas que ha enviado al Congreso el ministro Cristóbal Montoro.

Seis meses no es un año

Por su pate, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, argumentaba que el proyecto de PGE "no es comparable" al del año anterior porque está hecho para una ejecución "en seis meses". Según ha indicado, se trata de unas cuentas "rigurosas y realistas" y que apuestan "claramente" por Andalucía con una inversión de 1.617 millones.

"Se podría mentir o engañar con otras cifras pero este Gobierno no va a hacerlo porque lo que ha puesto en los presupuestos es lo que se puede ejecutar en seis meses", recalcaba Sanz.