No digo ánimo socialistas, digo ánimo PSOE.  Y es que el problema no son las dudas sobre los socialistas (todos sabemos muy bien cuál es nuestra meta) lo complicado es cómo explicamos qué hace nuestra organización.

Vosotros, socialistas ¿os creeis que somos nosotros los que tenemos más confusión política después de las últimas elecciones? No seais (seamos) ingenuos: todos los partidos políticos que vienen de la transición andan dando vueltas a cómo tratar eso de que aparezcan otros protagonistas.

Lo malo es que el PSOE no se ha puesto a pensar en los cambios a largo plazo y anda tratando de resolver los retos a corto plazo.

Ya lo se; ya lo se: el PP está en el mismo debate. Pero a mí lo que me importa es el PSOE no el  PP.

Me gustaría que los socialistas se enterasen de que los jóvenes españoles tienen retos distintos de los que tuvieron sus abuelos. Son igual de sociales y de éticos, pero son distintos.

Un joven socialista español hoy sabe que la tecnología requiere respuestas de Estado y de toda la sociedad. Un socialista español sabe que los recursos son escasos y que hay que elegir entre ciertas inversiones y ciertos gastos (o al revés). Un socialista español quiere fijar prioridades de bienestar de sus compatriotas, por encima de todo.

Los socialistas españoles se aburren escuchando debates de calendarios: quieren luchar por sus ideas fundamentales.

Igual me equivoco, pero creo que no es bueno que a los dirigentes del PSOE se ponga cara de funcionarios.

Un buen funcionario es lo mejor que puedo tener si me preocupa el Estado.

Un buen funcionario de partido político es un desastre si lo que me preocupa es una ideología.

¡Animo PSOE!