El enigma está resuelto. Es verdad, la mujer de Donald Trump plagió a Michelle Obama en su discurso. Así lo ha reconocido este miércoles el candidato republicano a la Casa Blanca después de que saltase la polémica. Eso sí, de asumir responsabilidades nada de nada: la culpa fue de la persona que les escribe los discursos, ni de él, ni de su esposa. De hecho, Meredith McIver ha publicado una carta en la que asume todo lo ocurrido.

Como es tradición, la mujer del candidato republicano, en este caso Melania Trump, hizo su primera aparición pública el pasado lunes en la convención del partido. Con su discurso, quería hablar del lado más amable de su marido y de su "mente maravillosa y brillante", pero lo que realmente hizo fue plagiar ideas, frases y hasta párrafos del discurso que hizo hace años Michelle Obama durante la campaña del ahora presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

Pocos minutos después, la prensa, las redes y medio mundo se llevaban las manos a la cabeza y se preguntaban: ¿es una broma? ¿lo ha hecho por provocar? ¿creían que nadie se daría cuenta? ¿o simplemente es una provocación más en la larga lista que acompaña a Trump?

Este miércoles tenemos la respuesta: Trump ha compartido en su cuenta de Twitter una carta en la que la responsable de escribir sus discursos durante la campaña asume todas las responsabilidades.

Según explica, ella misma le pidió a Melania que le diera ideas, algunas pinceladas sobre qué le gustaría decir para inspirarse y poder dar forma a un buen discurso. Así, Melania le reconoció que le había gustado lo que Michelle dijo años atrás e, incluso, le leyó el discurso a la escritora.

Ahí es donde está la clave. Según explica la trabajadora de la campaña de Trump, en todo momento, mientras que hablaba con Melania estuvo cogiendo notas de lo que ella decía para incluir sus ideas en el discurso final, para que plasmase su personalidad y pensamientos. Escribió todo, hasta las frases del discurso de Michelle que Melania le leyó en voz alta.

Si creemos la versión de la escritora, ella habría incluido esas expresiones sin darse cuenta o recordar que pertenecían al discurso de la primera dama estadounidense.

Ella me leyó algunos pasajes del discurso de la señora Obama como ejemplos. Y los escribió e incluyó algunas de las frases en el proyecto que finalmente se convirtió en el discurso final. No comprobé el discurso de Michelle Obama. Este ha sido mi error.

Asume las culpas y admira a la familia Trump

Hasta el momento, Melania había contado que había pasado días enteros sola, encerrada con sus pensamientos para escribir, casi sin ayuda, el discurso. Este miércoles sabemos que es mentira.

No se sabe si ha tenido que escribir esta carta por presiones del propio Trump, pero lo que si podemos ver, según ella misma explica, es que admira a la familia Trump y lleva años trabajando con ellos como responsable de sus escritos.

Además, en la misma carta reconoce que ha presentado su dimisión pero que el político no ha querido aceptarla. Según dice, le han hecho ver que sólo ha sido un “inocente error” y que “podemos aprender y crecer con estas experiencias”.