Si no lo veo y no lo escucho es que no me lo creo: Iglesias y Errejón anuncian en un curso universitario en El Escorial, que PODEMOS tiene que incorporar el sentido común a su actividad diaria a partir de su llegada al Parlamento.

Es emocionante ver a un partido nuevo y muy callejero reconocer que, para llegar al cielo del poder, tiene que comportarse como todos los partidos de siempre

Es emocionante que haya descubierto que PODEMOS se debe parecer a los cientos de partidos que existen y han existido desde que existe la Democracia. Que pueden inventar ideologías, pero no pueden inventar medios: están inventados desde hace muchos años y son las urnas.

Iglesias y Errejón se han dado cuenta que, para administrar una Nación, hay que saber administrar cada pequeña cosa de una Nación. Vamos, que para cambiar una ley hay que saber debatir cada uno de sus artículos. Una tarea pesadísisma y muy poco llamativa para un escaparte callejero, pero o hacen eso o pasan a ser un partido marginal. Importante (sin duda) pero marginal para cambiar la vida de las gentes.

Iglesias y Errejón deberían dar un paso más: ¿por qué no plantean al PSOE la posibilidad de unirse ya mismo y constituir la nueva Izquierda Socialista?

Para lo que valga, yo (un viejo socialista de toda la vida) les daría un gran abrazo de bienvenida y brindaría por la mejor felicidad de los españoles.

Los jefes de PODEMOS aceptan que tienen que tener sentido común.

La unión de Podemos con el PSOE sería una gran noticia

No cabe duda de que esa unión sería una gran noticia. Pero para eso el PSOE debe cambiar. Gran parte del éxito de Podemos es decir no a la forma tradicional de hacer política. Por eso entre otras cosas les votamos.

La forma de gobernar y de hacer política del PSOE es tan legítima respetable como cualquiera; puesto que responde al deseo de sus militantes, pero a algunos, simplemente no nos gusta. No nos gusta indultar banqueros, ni bajar las pensiones, ni nos parece de izquierdas bajar impuestos, ni la falta de democracia interna…

Aún son partidos muy diferentes, pero quién sabe; igual algún día…