Tras los resultados emanados del referéndum celebrado en el Reino Unido, Bruselas explora el incierto camino para la salida de un Estado miembro de la Unión Europea. El artículo 50 del Tratado de la UE, introducido por primera vez en el Tratado de Lisboa, que entró en vigor en 2009, contempla la posibilidad de que un país abandone la Unión, pero no existe ningún precedente, por lo que las instituciones europeas y Londres tendrán que allanar un camino nunca antes explorado.

“Todo Estado miembro podrá decidir […] retirarse de la Unión”. Así reza el primer punto del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea. Ahora bien, ¿cómo se inicia el proceso? ¿Cuánto podría demorarse? ¿Quién decide qué? ¿Cuáles serían las condiciones?

Londres tendrá que notificar oficialmente su divorcio

Londres tendrá que notificar al Consejo Europeo (CE) su intención de abandonar la Unión. Este sería el punto de partida del proceso de divorcio. Solo si Londres da el primer paso y comunica al CE su intención de iniciar el proceso de desconexión, los trámites podrán iniciarse.

Dos años para establecer las condiciones

Tal y como establece el apartado dos del artículo 50, el Consejo Europeo será el encargado de establecer las directrices que la Unión debe seguir para negociar las condiciones de la desconexión. El texto establece un plazo de dos años de negociación, tras los cuales, los tratados dejarán de aplicarse al Reino Unido. Eso sí, este plazo es prorrogable.

Las nuevas relaciones entre Reino Unido y la Unión

Durante este plazo de dos años se abordarán las condiciones de desconexión, la concreción de un nuevo marco de entendimiento y sus “relaciones futuras”. En este último asunto se engloban tanto las relaciones con el club comunitario como con el resto del mundo, ya que la UE cuenta con más de 50 acuerdos comerciales con terceros países que dejarían de aplicarse a Reino Unido. Existe la posibilidad de que los países hostiles al abandono de Londres bloquen las futuras relaciones.

Londres no participará en las conversaciones

Serán los 27 Estados miembros, sin Reino Unido, los que acordarán los detalles de la desconexión. Londres no participaría en las conversaciones ni en las deliberaciones que aborden las condiciones. Eso sí, tendrá que dar su visto bueno a la decisión adoptada. Las condiciones finales serían aprobadas por mayoría cualificada previa aprobación del Parlamento Europeo.